El peronismo territorializa la campaña en las intendencias
Los intendentes peronistas, esta vez, tendrán el protagonismo principal en las pretensiones del FpV para mantener el poder en la Provincia.
Foto: Martín Pravata
Los intendentes peronistas, esta vez, tendrán el protagonismo principal en las pretensiones del Frente para la Victoria para mantener el poder en la Provincia. Sin viento de cola ni huracanes ni tracción alguna en la boleta desde lo nacional, por la ausencia de las candidaturas nacionales, la clave está en la territorialidad de la campaña.
Hay un número clave: 75% del total de electores que participarán en las Paso de abril y en la general de junio, casi tres cuartas partes viven en comunas peronistas. Es lo que han verificado puntillosamente por los estrategas peronistas al sumar los municipios gobernados por intendentes justicialistas que participarán en esas elecciones.
Tenemos 12 intendentes de un total de 15 comunas que jugarán su suerte el mismo día en las Paso, y allí sumamos 74 y pico por ciento del electorado que irá a las urnas el mismo domingo, reflexiona un hombre sumamente trascendente en la mesa que diseñó la estrategia de esta campaña.
La apuesta del justicialismo mendocino es jugar las fichas al que intuyen auspicioso plebiscito que vivirán la gran mayoría de intendentes peronistas. Es que dan por seguros los triunfos en Maipú, San Rafael, San Martín y Las Heras; un poco menos holgados y hasta bastante peleadas, según el caso: Lavalle, General Alvear, Guaymallén, Malargüe, Luján, Tunuyán, Tupungato y Santa Rosa.
Emir Félix, que se apoya en su campaña en el pilar de la obra pública, está descontento con el resultado de las negociaciones que manejó Mazzón porque dejó sin candidatura alguna a su hermano Omar (por ahora). Pero, caballero y político, recibió a Bermejo y Palau el lunes pasado en su despacho. Aunque no salió a sacarse fotos con ellos ante nadie. Sabe que lo necesitan más a él que el sureño a ellos.
Más cobijo se le brindó a la dupla en General Alvear de parte de De Paolo, al fin de cuentas, hombre de los azules, como el senador nacional.
La visita al sur le sirvió a Bermejo para mostrarse en un terreno donde el conocimiento de su figura es bajo.Ya el derrotero de las primeras visitas mostró que la fórmula oficial se apoya en los intendentes, porque al visitar a su mayor respaldo en el Valle de Uco, Martín Aveiro, fueron contemporáneos con la puesta en funcionamiento por parte del cacique local, de un fuerte programa de asfalto que sumará casi 350 cuadras, para darle fuerza de dinamismo a la gestión.
En Maipú era como jugar no sólo de local, sino también sin hinchada visitante. Hay que ver todavía como serán las otras visitas. Algunas aparecen como las ideales: el caso de Las Heras que tendrá, seguramente, el valor agregado que implica el acompañamiento de tres pesos pesados como Miranda, Amstutz y el aspirante Ciurca.
Para entender con algunos números gruesos el pensamiento de los estrategas oficialistas: Guaymallén llevará a las urnas más de 200 mil votantes, Las Heras cerca de 140 mil, San Rafael cerca de 135 mil, Maipú más o menos 120 mil, Luján casi 90 mil igual que San Martín, Rivadavia un poco más de 40 mil, General Alvear un poco arriba de 35 mil, por ahí anda Tunuyán, Junín un cachito más de 30 mil, Lavalle más de 25 mil, Tupungato 20 mil y Malargüe lo mismo. Son casi tres cuartas partes del electorado total que irá a definir si apoya o no sus intendentes concomitantemente con la definición de los cargos provinciales, considerando que los sancarlinos, los de Capital y los de Godoy Cruz deciden al respecto en fechas diferenciadas.
Mazzón, Ciurca y Pérez tienen el dato; y lo saben, obviamente, los candidatos. Es lo que entusiasma al oficialismo y la valla más alta que debe saltar Cornejo. Por eso, el radical apunta a nacionalizar y provincializar la campaña. A darle fuerza política al caso Nisman, a los números de la economía nacional y a repetir que el cambio lo encarna la oposición y no las fórmulas oficialistas que se nutren de gente con cargos en el poder justicialista que gobernó a los mendocinos en los últimos 7 años.
Otras acusaciones de Cornejo, por ejemplo, el que le espetó a la Junta Electoral no llegan a la gente porque son temas muy técnicos propio de los partidos políticos y, además, ese cuerpo lo integran miembros de la Corte, que votaron también en contra de las pretensiones del radicalismo y en perjuicio directo a la fórmula opositora, con efecto de debilitamiento al frente antioficilista, y el agregado de un daño considerable al futuro mediato del Partido Demócrata.
Mientras, Mazzón avisó a sus amigos que le quitaron su celular, pero ya tiene otro para seguir en lo suyo, según se encargaron de avisar a los jefes comunales justicialistas desde las oficinas de la consultora Eje durante esta semana.
En definitiva, Mazzón siempre está. Ahora se encarga de la próxima visita de Scioli para respaldar a Bermejo y Palau y de distribuir unos números que entusiasmaron a Paco Pérez: Bermejo tiene casi nula imagen negativa y elevada imagen positiva, segundo detrás de Cobos. Eso, justo en la semana del triunfo en la UCR de Ernesto Sanz que contó con el voto de 11 (de los 13) convencionales mendocinos, incluidos los de Cornejo, llevó aliento fresco a los peronistas para pensar más que nunca que Mendoza no es Coboslandia y que una campaña territorializada, apoyada en la fuerza de los intendentes peronistas es la clave para conservar el poder.