Hacia las PASO: el dilema de la diferencia entre el primero y el segundo
Cuando se acallen los estruendos vendimiales, los partidos y sus candidatos, en especial el oficialismo peronista y el poderoso frente opositor que armó el intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, se internarán de lleno en el armado de la estrategia electoral de cara a las PASO, y, particularmente se concentrarán en poder determinar qué camino les resultará más conveniente no sólo para ganar la mayor cantidad de votos que necesiten, sino en verdad, en ver a cuánto ascenderá la diferencia entre el primero y el segundo; entre los votos que pueda reunir el frente opositor y los tres candidatos del peronismo sumados.
Esa diferencia entre unos y otros, ese mágico y hoy desconocido número que marcará la distancia entre quien gane y quien salga segundo se va a transformar en el enigma a descifrar antes de las elecciones Primarias de abril. Porque si bien será la primera experiencia de Mendoza en elecciones internas abiertas y obligatorias para todos, el 20 de abril, un día después del comicio, Mendoza puede que tenga ya un gobernador electo con peso y definido a la espera que la elección general de junio ratifique lo que la ciudadanía decida el 19 de abril.
Ayer nomás, el senador Adolfo Bermejo, el candidato de la mayoría peronista de los tres en lo que estará compuesta la oferta del oficialismo, ya se reunía con quienes llevarán el peso de diseñarle la mejor estrategia política, para analizar estos temas. Porque en el peronismo saben que hoy no tienen viento de cola y no la tienen todas consigo. Con lo que lo mejor que pueden hacer es ganar tiempo para buscarle la vuelta a la PASO y aprovecharlas lo mejor posible para reunir la mayor cantidad de votos entre los tres que van a competir entre sí: Bermejo, Carmona y Roby.
Bermejo cree que Cornejo, con todo el frente opositor, podría contar con un piso del 40 por ciento en las primarias de abril y con un techo que hoy no se puede visualizar. Si Cornejo, entiende, alcanza o supera el 50 por ciento de los votos, el triunfo del oficialismo podría ser inalcanzable. Porque entre los tres candidatos peronistas deberían juntar casi lo mismo para esperar un milagro en el mes de junio.
El peronismo será el único partido que tendrá primarias verdaderas, porque Cornejo, el más peronista de todos al decir de los propios peronistas, entendió que la única manera de asegurar un triunfo opositor en la provincia es de la manera en que ha reunido a todos contra el gobierno, contra el kirchnerismo y también contra el peronismo. Corre con la ventaja del hastío generalizado que ha causado en la gente el famoso estilo de gobierno K, que para lamento del peronismo provincial, les jugará en contra aunque busquen diferenciarse. Bermejo es un candidato a quien no se lo puede, siquiera, comparar con el kirchnerismo. Es más, fue una víctima del modo de construir poder de quienes gobiernan desde el 2003 a la fecha. Con lo que deberá explotar al máximo ese costado de cierta fortaleza. El punto es ver cuánto se diferenciará y si, en verdad, lo dejarán tomar distancia de lo nacional. Es una parada difícil, muy complicada.
Además, hay un punto como para ir destacando. El tema de la gobernabilidad si es que el frente opositor se impone con una diferencia abultada. Si en abril Cornejo y sus aliados de la oposición sacan una suficiente cantidad de votos que podría revalidar en junio, la provincia puede que evidencie un vacío de poder no en junio, cuando tengamos las elecciones generales con un gobernador ya electo. Sino ahora, cerquita, en abril. Porque ¿quién puede hoy asegurar que el resultado de las PASO, con una ventaja considerable entre el primero y el segundo, se revertirá en junio, en un escenario polarizado entre el peronismo con sus tres candidatos y el frente opositor que logró juntar toda su fuerza en uno solo?