Mediante el Sistema de Alerta Temprana, Educación analizó una muestra del 96% de la matrícula. El 4,1% de los alumnos presenta riesgo de interrupción alto.
Con el objetivo de mitigar la deserción escolar de estudiantes de secundario, la Dirección General de Escuelas (DGE) relevó que casi 6.000 alumnos de este nivel presentan alto riesgo de interrumpir sus trayectorias educativas en el mes de junio. El dato surgió de un análisis realizado a través del Sistema de Alerta Temprana (SAT).
A fines de julio, un informe del Observatorio de Argentinos por la Educación basado en cuestionarios Aprender del 2022 reflejaba que 1 de cada 4 estudiantes de la Argentina cuenta con, al menos, 20 faltas por año. En Mendoza, el documento estimaba una cifra del 23%.
Así como los autores del relevamiento remarcaron que no existen estadísticas públicas que den cuenta de este fenómeno, desde el Ministerio de Educación, Cultura, Infancias y DGE remarcaron que los datos "no están chequeados objetivamente" y en la provincia, el porcentaje de alumnos que tienen 20 inasistencias o más es del 8,16%.
En este marco, la subsecretaria de Educación de Mendoza, Claudia Ferrari, explicó a este medio que una de las estrategias que se impulsa desde la cartera es el Sistema de Alerta Temprana, el cual se encuentra basado en Inteligencia Artificial.
Desde el ministerio comandado por Tadeo García Zalazar informaron que el SAT es un modelo de predicciónque se implementa en la provincia desde 2021 para identificar cuáles son los estudiantes que podrían estar en un futuro riesgo de deserción.
Según explicaron desde el Gobierno, el sistema “trabaja de manera predictiva, marcando una alerta y señalando la cantidad de estudiantes con riesgo para que la escuela haga una intervención específica sobre cada caso”.
Una vez que se detecta el riesgo de interrupción de trayectoria escolar, “se dispara” un abordaje desde los servicios de orientación y personal directivo. “Depende el caso, si es por inasistencia o por rendimiento académico, se habla con los padres, y se avanza con propuestas en determinadas asignaturas, con apoyo escolar. También hay casos en los que son necesarias otras intervenciones con otros organismos por fuera de la escuela, con el ETI, con los municipios o los centros de salud”, añadió el funcionario.
El análisis realizado por el gobierno recaudó datos de una muestra de 140.329 de un total de 145.293 estudiantes del nivel secundario. Es decir, un 96% de la matrícula.
De esta muestra, se supo que de 5.817 (4,1%) estudiantes en riesgo alto de la provincia, 5.402 se encuentran en escuelas de gestión estatal (92,9%) y 415 en escuelas de gestión privada (7,1%). En riesgo medio se ubica un 22,8% de los estudiantes (32.060) mientras que 73% está en riesgo bajo (102.452).
Al abrir las cifras y analizarlas según la modalidad orientada o técnica, se constata el ministerio observó que del 4,1% de los jóvenes, 4.333 se encuentran en secundarias orientadas (75%) y 1.484 en secundarias técnicas (25%).
En lo que respecta al ámbito en el que están insertas las escuelas secundarias, el relevamiento da cuenta que 3.206 (4%) estudiantes de instituciones urbanas presentan riesgo alto de interrupción de su trayectoria de formación. En lo relativo al ámbito rural, el porcentaje es el mismo, pero el número de alumnos desciende a 1.121.
Asimismo, desde Educación añadieron que 1.484 (6%) jóvenes presentan un riesgo alto en contextos de marginalidad, donde el porcentaje de estudiantes con riesgo medio también es mayor (29 %), en comparación con el ámbito urbano (21 %) y el ámbito rural (22 %).
Implementado en conjunto con el GEM -sistema de información provincial-, el SAT permite calcular la probabilidad de interrupción de trayectorias de cada estudiante. Esta herramienta de inteligencia artificial analiza factores individuales, familiares, escolares y comunitarios de cada estudiante, los cuales se encuentran cargados en el GEM y posibilita la creación de estrategias de intervención para evitar este escenario.
“El año pasado dio muy buenos resultados. Se generó una alerta de 7.000 casos, y sobre 4.000 se hizo un abordaje particular y se evitó la deserción de estos estudiantes”, manifestó García Zalazar.