No hay medida, decisión o declaración de Javier Milei que no llegue con polémica incluida. Una de esas medidas que despierta alguna esperanza de éxito en el Gobierno es el blanqueo de capitales.
El blanqueo abierto por Javier Milei, a partir de la Ley Bases, tiene beneficios inéditos y excesivos para quienes incumplieron sus obligaciones fiscales.
No hay medida, decisión o declaración de Javier Milei que no llegue con polémica incluida. Una de esas medidas que despierta alguna esperanza de éxito en el Gobierno es el blanqueo de capitales.
El blanqueo de capitales o las moratorias son herramientas demasiado usadas por distintos gobiernos con diversos fines proclamados, pero siempre el final parece ser el mismo; recaudatorio.
Las necesidades recaudatorias hacen que los diversos blanqueos sean cada vez más laxos y, a su vez, con menos sintonía con el mandato constitucional de igualdad ante la ley.
Luego de la reglamentación por parte de la AFIP del blanqueo integrado en la Ley Bases se abrió un periodo de expectativas que aún no se cumplen.
En su afán recaudador y, sobre todo, de sumar reservas al Banco Central el gobierno de Javier Milei llevó al máximo los beneficios de un blanqueo en el que como dijo un consultor económico en las últimas horas “es inédito que paguen por blanquear”.
Si usted es un cumplidor perfecto de la AFIP, o incluso con algunos atrasos, se debe asombrar al máximo ante una catarata de beneficios poco vistos.
¿Cómo que te pagan por banquear? se puede preguntar y es así como se lee.
Una de las opciones del blanqueo es, con su dinero blanqueado en efectivo, depositarlo en una cuenta especial en su banco de confianza y con ello por ejemplo comprar bonos que le reportan rendimientos de intereses y, obviamente, lo que además mejoren en su cotización de mercado, La única condición no tocar ese dinero hasta el 1 de enero de 2026.
Increíble pero real. El gobierno de Javier Milei le paga a los evasores por reingresar el dinero al sistema.
Estimaciones privadas señalan que podrían ingresar 2000 millones de dólares al fisco, que se verían reflejados mayoritariamente en la recaudación de agosto y serán un gran salvavidas para mantener la contabilidad creativa del superávit fiscal.
El blanqueo de 2016 del gobierno de Mauricio Macri fue considerado exitoso ya que se tradujo en el ingreso de 116.800 millones de dólares, sobre los cuales se pagaron cerca de 9.500 millones de la moneda norteamericana en multas. En aquel momento la AFIP informó que se habían adherido a la operatoria unos 255 mil CUITs y cerca del 96% eran personas físicas o humanas como cataloga la AFIP a los contribuyentes.
Aquel blanqueo de Mauricio Macri tenía un techo para ingresar sin pagar impuestos de poco más de 20 mil dólares sin embargo en este de Javier Milei es de 100 mil dólares y como ya explicamos con la posibilidad de “cobrar” unos dólares extras por parte del evasor.
Para el resto de los activos que se quieran regularizar, por encima de los 100 mil dólares, el Gobierno estableció tres alícuotas de pago sobre el excedente de los 100 mil con aumentos progresivos a medida que se tarda más tiempo en adherir al régimen.
La primera etapa rige hasta el 30 de septiembre próximo, con una alícuota del 5% sobre el excedente de 100.000 dólares; la segunda, hasta el 31 de diciembre con una alícuota del 10%, y la tercera, hasta el 31 de marzo del año que viene con un pago del 15%.
Las ventajas para los evasores, a los cuales las necesidades del Gobierno de Javier Milei les abre la ventana, parecen eternas.
En 2016 solo podian abonar en dólares quienes lo depositaban en la cuenta del Banco Nación en Estados Unidos, sin embargo ahora acorde a sus ideales dolarizadores, el pago de la alícuota que corresponda se hace en dólares en cualquier entidad bancaria.
El especialista César Litvin, CEO de Lisicki Litvin & Asociados, explicó hace unos días en medios de Buenos Aires que “Este blanqueo es más barato que el que lanzó Macri, que tenía dos etapas. En la primera etapa se cobraba una alícuota del 10%, que era desde su vigencia hasta diciembre de 2016, y superado ese plazo, aumentaba a 15%. En este blanqueo hay tres etapas, con la alícuota que arranca en 5%”.
A esto hay que sumarle que para los contribuyentes que regularicen efectivo en el exterior, no hay obligación de traerlo al país y, como explicamos, si se trae y se deja inmovilizado hasta el 1 de enero de 2026 o invertido en algunos de los instrumentos que determina el Poder Ejecutivo, no se paga el impuesto.
El gobierno de Javier Milei logra así un nuevo record, no solo perdonar sino también premiar a quienes no cumplieron con sus obligaciones fiscales y sacaron su dinero ganado de buena o mala manera del sistema formal.