La cadena de supermercados comunicó que no comprará ni venderá carne del Mercosur en apoyo a los productores franceses en sus reclamos contra la Unión Europea.
Los productores movilizados en Francia contra el acuerdo con el Mercosur.
La reciente visita de Emmanuel Macron a la Argentina, sus encuentros y la relativa buena sintonía con Javier Milei desataron (una vez más) la fantasía en el gobierno argentino y entre algunos empresarios y economistas cercanos de que el acuerdo Mercosur-Unión Europea estaba listo.
Sin embargo, esto solo evidencia, también, una vez más, el desconocimiento de la política internacional por parte de los dirigentes argentinos. Mientras en estas Pampas se celebraba la supuesta cercanía del acuerdo, el presidente del Grupo Carrefour, Alexandre Bompard, anunciaba que la cadena de supermercados no comprará carne procedente del Mercosur, en un gesto de apoyo a los agricultores y ganaderos franceses que rechazan el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el bloque sudamericano.
La decisión fue comunicada a través de una carta dirigida a los líderes sindicales agropecuarios de Francia. En ella, la cadena francesa insta también a otros actores del sector agroalimentario, incluidos los restaurantes (que representan el 30% del consumo de carne en Francia), a sumarse al compromiso de priorizar productos nacionales. Según el directivo, es necesario un esfuerzo conjunto para garantizar la sostenibilidad del sector ganadero francés frente a la competencia internacional.
Bompard señaló que el acuerdo con el Mercosur podría inundar el mercado francés con carne que no cumple con las estrictas normas de calidad y sostenibilidad vigentes en el país. “En todas partes de Francia escuchamos la consternación y la ira de los agricultores ante esta propuesta. Carrefour se compromete a formar un frente unido con el sector agrícola para proteger el mercado local”, destacó el directivo.
La medida coincide con recientes protestas de agricultores franceses, organizadas por sindicatos como Coordinación Rural, quienes han bloqueado rutas y denunciado el impacto negativo del tratado sobre el sector primario. Francia lidera la oposición al acuerdo, que lleva años sin avances significativos.
La supuesta felicidad del gobierno argentino contrasta con las palabras de Macron, quien reafirmó el compromiso de su gobierno de bloquear el tratado, considerado perjudicial para los intereses agrícolas del país.
La postura de Carrefour podría generar tensiones en mercados clave para la empresa, como Brasil y Argentina, que en conjunto representan más del 27% de sus ventas brutas. Brasil, en particular, es el segundo mercado más importante para la cadena después de Francia.
La cadena francesa no está sola. Hace algunos días, otra empresa francesa, Danone, anunció que dejará de comprar soja brasileña, citando normativas europeas contra la deforestación.
El Ministerio de Agricultura de Brasil expresó su descontento ante las posturas de Carrefour y Danone, calificándolas de proteccionistas y carentes de fundamentos técnicos. En un comunicado, defendió la calidad y los compromisos ambientales de los productos brasileños y lamentó que este tipo de acciones “influyan negativamente en los consumidores”.
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En su carta, Carrefour demuestra que el gran mundo de la economía real, no la financiera, está muy lejos de lo que predica en solitario en el mundo Javier Milei.
La compañía se alinea con lo que piensan líderes de derecha como Donald Trump, Giorgia Meloni o el propio Macron, quienes promueven una fuerte defensa de las producciones nacionales y limitaciones al libre comercio.