Pese a la distribución gratuita de preservativos y atención médica, la provincia de Mendoza trabaja para mejorar la concientización sobre la salud sexual.
Autocuidado, miedos y falta de consultas: los motivos que impiden vivir una buena salud sexual
Cada 4 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Salud Sexual, con el objetivo de concientizar a la población acerca de la importancia de los derechos sexuales, la diversidad sexual, así como la salud sexual y reproductiva de una manera placentera, sin discriminación o riesgos. Pese a ello, en la provincia de Mendoza aún existen miedos y falta de autocuidado.
Según indicó Natalia Courtis, Directora de Maternidad, Infancia y Sexualidad de la provincia de Mendoza, a Sitio Andino, la salud sexual y reproductiva está relacionada a la calidad de vida individual y de la sociedad en su conjunto. "Es la capacidad de disfrutar de una sexualidad plena y satisfactoria, sin riesgos, pero no solamente desde la procreación, sino también desde la libertad de poder decidir si lo hace o no lo hace, con quién lo hace, cómo, cuándo".
Y agregó: "Siempre con un punto de vista enmarcado desde la diversidad y discapacidad".
En términos generales, Courtis remarcó que si bien en la provincia de Mendoza no poseen reportes de vulneración de derechos, reconocen que "por la situación del país, muchas veces hay demoras en la entrega de insumos, tales como los preservativos".
"Por suerte, cuando pasa esto, la provincia sale a subsanar hasta que el problema se soluciona", dijo la profesional.
Para que las personas logren el bienestar y la salud sexual es fundamental que accedan a información integral de buena calidad sobre sexo y sexualidad, así como al conocimiento de los riesgos que pueden correr y su vulnerabilidad ante las consecuencias adversas de la actividad sexual sin protección. A ello se suma la posibilidad de acceder a la atención en salud sexual.
Pese a la importancia de ello, desde el área de Salud destacan que "en muchos casos no van a buscar ni preservativos".
"Pueden ir al centro de salud, a un hospital, pero no van. Como ginecóloga del sector privado observé que muchas veces tienen miedos, por ejemplo, de que se enteren los padres. Nosotros insistimos en la importancia del autocuidado, en la concientización", dijo.
Y continuó: "La idea es que todos tengan la accesibilidad, aunque el método lo va a elegir el paciente, con el médico de guía en todo el proceso. De todas maneras, siempre recomendamos un doble método, de barrera, para evitar las infecciones de transmisión sexual y, en segundo lugar, evitar el embarazo".
Desde la Dirección de Maternidad, Infancia y Sexualidad remarcaron que su trabajo de concientización abarca dos grandes grupos: desde niñez y adolescencia, hasta adolescencia tardía y adultez.
"Desde la consejería, al inicio lo que más se realiza es un trabajo con la salud menstrual y el inicio de las relaciones sexuales. A lo largo de todos estos años, por ejemplo, la tasa de embarazo adolescente se ha mantenido, no hubo aumentos".
Para ello, trabajan codo a codo con la Dirección General de Escuelas promoviendo la importancia de la salud integral.
"Hay distintos promotores, hay distintos operativos. Cuando nosotros hablamos de educación sexual integral muchas veces se cree que lo único que abarca es la anticoncepción, pero no es así. Se trabaja el autocuidado, la importancia de protegerme, de cuidarme, de hacerme respetar y evitar situaciones de maltrato", explicaron.
Por su parte, en la adultez se busca trabajar "en la consejería y la prevención del embarazo no intencional", así como la "prevención de las infecciones de transmisión sexual, salud menstrual y el asesoramiento, diagnóstico y tratamiento de patologías relacionadas a la fertilidad".
Si bien el trabajo de concientización es uno de los elementos clave, consideran que las personas deben entender que la salud sexual no deja de ser una situación de autocuidado. "El sistema de salud te lo ofrece, pero depende de vos en que te lo hagas".
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