Federica Chiappeta cuenta su historia de vida desde la Antártida Argentina.
La doctora de la Provincia de Mendoza, Federica Chiapetta, vive sus días en la Antártida Argentina, donde presta sus servicios profesionales y dedica su tiempo a colaborar con la patria. Desde sus conocimientos en medicina hasta proyecciones en materia de investigación, la médica comparte sus experiencias junto a un gran grupo de argentinos que trabajan arduamente.
Estar en la Antártida no es para nada sencillo. Quienes pisan los hielos nacionales deben prepararse con todo, teniendo en cuenta que las exigencias son muy grandes. En este caso, dichos trabajos para Chiapetta están relacionados con el bienestar de cada uno de los integrantes de la cuadrilla argentina.
En este sentido, en Sitio Andino hablamos con la profesional quien hizo un repaso de sus actividades en el suelo antártico: “Estamos en la Antártida desde el 6 de abril de este año, en la Base Antártica Conjunta San Martin. Mi función principal acá como medica de la base, junto con la enfermera que me acompaña, es velar por la salud y bienestar de cada uno de los integrantes de la dotación a la que pertenezco. Este año somos 23 personas. De los 23, 21 somos militares y 2 son civiles”, empezó.
En cuanto a cómo es vivir en esas latitudes y qué motivaciones tiene para hacer lo que hace, la mendocina Federica Chiapetta indicó: “Sinceramente vivir acá es un privilegio. Yo me siento afortunada y agradecida todo el tiempo. No me olvido más cuando se lo planteaba a mi familia las caras que pusieron. De hecho, mi cara no era de convencimiento total. Tenía más dudas que certezas. Los médicos pueden venir como civiles o como militares. Cuando yo tuve la entrevista me plantearon eso y me dejaron decidir. Y yo decidí venir como militar a pesar de que nunca he tenido relación alguna con este ámbito".
"Pero es fácil levantarse de la cama sabiendo que lo primero que haces cuando vas a desayunar es sentarte al lado de 22 personas que vinieron a trabajar al fin del mundo por amor a la patria, vocación, con un orgullo y un convencimiento total. Y después salís y ves lo que yo veo. Este paisaje, estos colores, esta pureza, esta paz. La verdad que no me cuesta nada empezar el día. Ni hablar de la camaradería que hay. Hay varios trabajos que hacer en la base, cada uno con su especialidad aporta lo que tiene, se soluciona siempre en conjunto”, contó.
Por otro lado, Federica precisó cómo están divididas las tareas que llevan a cabo dentro y fuera del continente: “Lo que es el mando acá en la base lo ejercen el jefe, el segundo jefe y la encargada. Yo sólo soy jefa de sanidad y conmigo esta la enfermera como encargada de enfermería. Con respecto a lo que son las tareas de la base, son de mantenimiento y mejora de cada uno de los edificios que la componen. Particularmente este año se logró construir un laboratorio multidisciplinario que permite ampliar las actividades científicas que son la esencia de la permanencia de las Fuerzas Armadas dentro del continente antártico”, señaló.
Acerca de qué se viene, la médica de Mendoza comentó: “Mi objetivo personal es formarme como cirujana infantil. Todavía no tengo muy claro dónde. Y tampoco sé si es lo que voy a hacer apenas vuelva al continente, o si buscaré alguna otra misión similar a esta. Y en realidad como grupo es un poco más de lo mismo. Dejar en las mejores condiciones posibles la base para la dotación entrante y terminar nuestra invernada exitosamente”, sostuvo.
Por último, como mendocina, Fede Chiapetta no olvidó la importancia de lo que significa representar a la provincia en tamañas misiones: “Un orgullo inmenso. Me pasaba que no tenía idea de la existencia de este tipo de misiones. Ni hablar de la Antártida. Creo que hablo por muchos cuando digo que poco se sabe de este lugar. Y hoy estando acá, compartiendo lo que vivo con el resto, me da una sensación de orgullo. Así que me alegra mucho poder transmitir por lo menos un poquito la visión de la hermosura que yo estoy viviendo acá”, concluyó.
Es importante mencionar que, el solo hecho de vivir por estas latitudes cuesta, es decir, implica una serie de actividades o tareas que en la vida cotidiana en el continente pasan desapercibidas, como por ejemplo:
"Se puede agregar, por ejemplo, que en la base tienen un depósito de víveres al que llaman en broma el Walmart, y un depósito más pequeño dentro de la casa principal al que llaman 'el chino', las caminatas para ir a buscar cosas y enterrarte hasta las rodillas de la cantidad de nieve que hay, es necesario palear porque no se puede salir".
Se recibió en abril del año 2021. En esa época estaba con la pandemia y se necesitaban médicos en todos lados. Se le presentó la oportunidad de trabajar en el Hospital Carrillo de Las Heras, Mendoza, como médica general haciendo guardias de adultos. Estuvo casi un año trabajando ahí. Después probó con medicina laboral en Comodoro Rivadavia. En un formato bastante común que es de 15 x15 días. Ahí estuvo medio año aproximadamente del 2022 cuando tuvo una entrevista con la jefa de Sanidad del Comando Conjunto Antártico. Y en octubre de ese año estaba ya instalada en Buenos Aires. Todo surgió, según cuenta, por una conversación con una compañera de trabajo hablando del futuro de su carrera. Generalmente un médico recién recibido busca empezar alguna residencia de alguna especialidad, en cuanto termina la universidad. Ella particularmente decidió aplazar la residencia y conocer un poco otras cosas. Así fue como buscando en internet, o de boca en boca se pasaba la información de lugares que buscaban médicos. Y así lleguó a la Antártida hoy.