La segunda etapa del bono mendocino está descartada. Y por estos días el Ejecutivo trabaja en la emisión de Letras del Tesoro para hacer frente al déficit que enfrentan las arcas provinciales, por un monto menor a los 130 millones de dólares con los que esperaba contar el Ejecutivo provincial en la segunda mitad del año.
Tal como publcó este viernes SITIO ANDINO, el contexto es desfavorable para las intenciones de financiamiento de la provincia y ante un panorama de incertidumbre e inestabilidad, la provincia baraja la alternativa que implica algunos condicionantes políticos, como estrechar aún más los vínculos con la Nación para conseguir los fondos de organismos centrales que quieran suscribir, o bien llegar a un acuerdo con los proveedores del Estado Provincial para que los acepten como forma de pago. Esto habla a las claras de una situación al menos preocupante para las finanzas locales.
Sin embargo, esta alternativa implicaría a la provincia tener dinero a menor tasa de interés.
Según confirmó este viernes el gobernador Francisco Pérez, la segunda etapa del bono -que iba a ser por 135 millones de dólares- está descartada. En cambio, se emitirán letras "por montos inferiores". Sin embargo, desde el Ministerio de Hacienda, a cargo de Marcelo Costa, aún trabajan en la misma por lo que no brindaron detalles de cifras, posibles suscriptores, ni plazos, entre otras cosas.
La decisión de Pérez tiene que ver por un lado, con el escenario de devaluación y de incertidumbre política -potenciado por el mal desempeño del kirchnerismo en las PASO-, que elevan el riesgo en el mercado financiero, que se traduce en mayores tasas de interés. Y con que la Casa Rosada no aprueba las deudas planteadas por las provincias, en un intento -quizás- de mantener más ligados los gobernadores a las decisiones de la Presidenta.
Lo cierto es que las Letras -con respaldo del Tesoro Nacional- no entran en el mercado financiero y quienes suscriben son organismos públicos, que en los últimos años se concentró principalmente en la ANSES. Es una especie de "préstamo" que se les da a los emisores, con una tasa de interés ficticia por lo extremadamente baja.
El problema de esto último es que no tienta a compradores y en el peor de los escenarios, si se los llegara a dar a proveedores del Estado en forma de pago, éstos estarían perdiendo, teniendo en cuenta los niveles inflacionarios, muy superiores a las cifras de un dígito de tasa que tiene esta forma de financiación.
La otra alternativa es que efectivamente la emisión de Letras se utilice para financiar obra pública, con lo que servirían de forma de pago a las empresas adjudicataria de las mismas.
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Por otra parte, se emitió otra Letra del Tesoro en dólares a ser a ser suscripta por Lotería Nacional Sociedad del Estado por un monto de 47 millones de dólares, con una tasa de interés del 1,55 % nominal anual. Ambos títulos del Tesoro serán intransferible y no tendrán cotización en los mercados de valores locales ni internacionales y los pagos por la atención de los servicios financieros se cursarán a través del Banco Central (B.C.R.A.) mediante transferencias de fondos en la cuenta de efectivo que posea el titular de la cuenta de registro en dicha Institución.