El Gobierno presentará el nuevo índice de inflación nacional antes de las elecciones legislativas de octubre y cumplirá con la imposición aplicada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en febrero, cuando el organismo emitió una moción de censura al país por la falta de avances en la actualización de la metodología.
Así lo afirmó una calificada fuente del Ministerio de Economía, quien además adelantó que el nuevo programa está siendo monitoreado por técnicos del FMI.
"Estamos muy contento con el trabajo que estamos haciendo y con el diálogo que tenemos con los técnicos del FMI", subrayó el vocero del Palacio de Hacienda según publica la agencia DyN.
En febrero el FMI instó al país a presentar un nuevo índice de precios al consumidor antes del 29 de septiembre, que luego será analizado en noviembre durante la reunión de Directorio del organismo.
"El Consejo instó a Argentina a adoptar las medidas paliativas para abordar la inexactitud de los datos del PBI y del IPC-GBA y sin más demora y, en cualquier caso, a más tardar al 29 de septiembre de 2013", señaló en un documento aún vigente del FMI.
"Las medidas aplicables al IPC-GBA y el PBI objetivo de alinear estos indicadores con los acuerdos internacionales de estadística y pautas que aseguren una medición precisa", continuó el paper.
Finalmente el FMI enfatizó que "se requiere que el Director General informe al Directorio el 13 de noviembre de 2013 el estado de aplicación de la Argentina de las medidas correctivas anteriores" para que el Board pueda analizarlo.
Las fuentes consultadas en el Palacio de Hacienda aseguraron que el gobierno cumplirá con el plazo estipulado, con lo cual será un tema que integrará el debate de la campaña electoral.
El viernes el INDEC difundió la variación del índice de precios de junio, que nuevamente mostró una sensible diferencia respecto de los privados.
Para el organismo la inflación de junio fue de 0,8 por ciento, mientras que para las consultoras fue de 1,9 por ciento.
El vocero ministerial aseguró que la nueva metodología se ajustará a los más estrictos criterios internacionales en vigencia. Entre las diferencias más sustantivas, se prevé que el nuevo índice distinga estratos sociales por canastas de consumo.