La fiscal Andrea Lazo, de la Fiscalía de Instrucción N°21 de la Unidad Fiscal de Homicidios, tiene a cargo el caso del crimen de Luis Reymond, hecho ocurrido en noviembre del año pasado. El caso parecía de difícil resolución porque la víctima no pudo aportar muchos datos y los pesquisas tampoco tenían muchas pruebas para identificar al autor.
Según la reconstrucción del caso, el mismo sucedió el martes 2 de noviembre cerca de las 20 en un taller ubicado en las calles Lisandro de la Torre y Sargento Cabral de Las Heras. Allí se encontraba trabajando Reymond, quien se dedicaba a la chapa y pintura.
Al lugar llegaron dos sujetos en una moto y, uno de ellos, entró al taller para supuestamente preguntar por un arreglo de un vehículo. Eso era mentira y el delincuente aprovechó y, antes de irse, se subió a una camioneta Chevrolet Montana blanca, que era de la víctima. La pick up estaba con las llaves puestas y el ladrón le dio arranque y escapó.
El trabajador, al querer evitar el robo, se colgó en la puerta y fue arrastrado unos 40 metros por Lisandro de la Torre al oeste. El delincuente chocó contra una camioneta Toyota Hilux del lado donde estaba el mecánico, quien finalmente cayó gravemente herido.
Como consecuencia de las lesiones y pérdida de masa encefálica, Reymond falleció el jueves 4 de noviembre mientras estaba internado en el Hospital Central.
El miércoles 23 de febrero, cerca de las 20, sucedió otro hecho que permitió esclarecer el homicidio del mecánico. Esa noche, en calle Tropero Sosa al 600 de Guaymallén, ocurrió otro hecho con un mismo modus operandi.
Según la reconstrucción, dos mujeres llegaron a esa casa en un Peugeot 208 y fueron sorprendidas por un sujeto que se metió del lado del conductor. Una de las víctimas estaba abriendo el portón mientras que la otra estaba del lado del acompañante.
Tras pegarle patadas, la mujer bajó del vehículo mientras que la otra, de 42 años, se acercó a la puerta para evitar el robo. El delincuente le efectuó un disparo en el mentón con claras intenciones de asesinarla.
El sujeto escapó pero luego, tras una persecución con policías y un cruce de disparo, quedó detenido luego de ser baleado en una de las axilas y lo identificaron como Pablo Vallejos. Desde ese momento quedó internado en el Hospital Central.
Los policías de la División Homicidios, mientras trabajaban sobre el caso de Luis Reymond, consiguieron información sobre otros hechos donde los ladrones actuaban de la misma manera y los vincularon, con pruebas, al caso de la mujer baleada.
Por esa razón, la fiscal Andrea Lazo ordenó una rueda de reconocimiento y un testigo del homicidio del chapista identificó como autor a Vallejos. Por ese motivo la letrada realizó los avoques e imputó al acusado por el delito de homicidio en ocasión de robo por el primer hecho y homicidio criminis causa en grado de tentativa en el hecho de Guaymallén.
Además, indicaron, que el sospechoso estaría vinculado a otros cinco robos que fueron perpetrados es todo este tiempo y bajo la misma modalidad.
Vallejos continúa internado debido a la grave lesión que sufrió en el tiroteo con los policías.