En muchos casos, la pandemia estiró los plazos y las definiciones, que ahora están más cerca. Una de ellas es la cadena hotelera internacional que en poco tiempo más arrancará con la construcción del hotel de la Estación Terminal Mendoza, un proyecto de u$s 2,5 millones que se pretende tener listo y en condiciones de operar entre fines del 2022 y comienzos del 2023.
El tiempo corre y por eso para quienes administran el complejo la decisión es inminente. Quién se quede con la inversión deberá levantar el establecimiento en el predio verde al sur de la Terminal, lindante al Acceso Sur y a metros del nudo vial de la avenida Zapata y Costanera. Un 3 estrellas para turistas de paso, de hasta 90 habitaciones y playa de estacionamiento, conectado con el ala Oeste, donde en poco tiempo empezarán las obras de remodelación para destinarla al pasaje internacional.
Foto: Cristian Lozano.
Los concesionarios del complejo de Guaymallén tiene 3 propuestas de cadenas internacionales sobre la mesa: entre ellas está la del grupo Accor, propietaria de la marca Ibis Budget y ya conocida por haber desembarcado en Mendoza con un eslabón en Villa Nueva años atrás. Y también Amérian, dueña del Executive, en Ciudad, y de Mérit, su propio 3 estrellas, que aún no desembarca en la provincia.
La tercera en discordia es la norteamericana Marriot, controlante de Sheraton y una de las más grandes del mundo con 30 marcas distribuídas en más de 7 mil eslabones, además del Courtyard y al Residence Inn, sus apuestas más cercanas a la categoría que se busca para los viajeros de paso por la Terminal mendocina.
Foto: Cristian Lozano.
De este terceto competidor saldrá la cadena que firmará un contrato de explotación de más de 30 años sobre el futuro hotel. ¿Cuál saca ventaja en la recta final de la puja? Aunque hay un criterio de calificación para las propuestas, desde el directorio de la firma responsable remarcan una condición fundamental: que la obra esté lista en no más de 3 años, porque de lo contrario es causal de caducidad de la concesión.
"Ese el plazo máximo, pero en aproximadamente un año y medio debería estar listo, en un área de mucho movimiento donde no hay hoteles de esas características. La falta de crédito durante la pandemia complicó bastante todo; ahora, una vez que el directorio decida, la cadena que se haga cargo va a aportar fundamentalmente su know-how del mercado además de la comercialización", adelantó el director ejecutivo de la Terminal, Fernando Boulin.
Lo que inclina la balanza
Al márgen del plazo de obra (para el 2024 a más tardar) y de los u$s 2,5 millones presupuestados, los términos del contrato a firmar por el concedente y el concesionario del futuro hotel implican varias otras cuestiones, como el financiamiento.
Foto Cristian Lozano.
Además del layout del proyecto (diseño y presentación de la ejecución por etapas del mismo), un factor clave, según Boulin, pasa por el llamado "equity" determinante para financiar la construcción con un porcentaje de participación accionaria. Una modalidad que implica hacer socia a la firma contratada, la cual cobra a través de futuros dividendos junto al resto de los accionistas; en este caso sería determinante la cuota que propone cada cadena.
Mientras el directorio sopesa las propuestas de Marriot, Accor y Amérian en función de esos ítems, la remodelación de la Terminal por capítulos sigue su curso. En el cronograma a partir de setiembre asoma el Ala Este, destinada a servicios de transporte urbano y encomiendas, para lo cual ya están instalándose los obradores en el sector.
Todo indica que, ya entrado el 2022 y en lo posible en paralelo a la construcción del hotel, será momento de seguir con el Ala Oeste, frente al límite que la Costanera marca con Capital. El predio está destinado exclusivamente a dársenas y servicios de embarque y pre-embarque de empresas de transporte internacional: para eso, los privados avanzan en acuerdos con la Dirección de Aduanas y Migraciones que les permita contar con las habilitaciones a tiempo.