Como es habitual, con las variedades blancas arrancó la cosecha de uvas, y con ella los primeros datos para determinar cómo puede resultar la temporada 2021 de la industria vitivinícola. Una añada que, a la espera del pronóstico o estimación cuantitativa, para el INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura) no se distingue demasiado de la anterior.
A esta altura del año pasado ya se habían recolectado de los viñedos algo más de 92,3 millones de kilos, es decir, menos de 1 millón de quintales, lo que implicaba en ese momento casi 5% del total. "Resulta bastante similar, aunque tampoco es del todo representativo porque no llega al 3% del país", señaló Luis Sentinelli, responsable de Relaciones Institucionales del organismo, a Sitio Andino.
Luego de anticipar algunos datos por oasis como el Norte, la presentación de la estimación general de la vendimia 2021 es inminente (no antes del viernes 12). Para darle sustento a la cifra, el INV amplió el universo de parcelas utilizadas en el muestreo que suele hacer el área Vitícola: del 7% que representaban para comienzos del 2020 ahora ya equivalen a un 10% de toda la superficie productiva nacional.
Para muchos difícilmente supere en volumen al ciclo precedente. La duda a develar es si estará al mismo nivel o por debajo de los 20,5 millones de quintales que dejó el 2020, tras una estimación que había proyectado un rango de entre 21,4 millones y 23,6 millones de quintales para todo el territorio vitícola argentino.
Menos bodegas y más costos
Con el fin de darle mayor rigurosidad y aval técnico, se sumaron otros organismos al relevamiento. Junto al INTA, en lo que va de febrero adhirió el programa Cambio Rural, con aval del Ministerio de Agricultura de la Nación, y el miércoles el organismo fiscalizador firmó un convenio con el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) que aportará más tecnología de precisión.
El propósito reconocido desde el Instituto es "homologar la metodología con el propósito de generar claridad y confiabilidad a la estimación de cosecha".
Mientras tanto, la base de establecimientos elaboradores habilitados arranca acotada. Ya están autorizadas unas 680 bodegas, cifra hasta ahora 23% inferior a las inscriptas inicialmente para encarar la vendimia 2020, aunque desde el INV confían en que debería aumentar para la segunda quincena de febrero. Un primer paneo muestra, por ejemplo, mermas en variedades representativas como Chardonnay, mientras productores y elaboradores recalculan frente a la suba de costos.
Según Nicolás Vicchi, subgerente de Acovi (Asociación de Cooperativas Vitivinícolas) "hay que esperar a ver cuál será el rendimiento de los tachos, y cómo afectarán las lluvias en cuanto a botrytis (enfermedad fúngica que produce mermas). Lo que más nos preocupa ahora es el impacto de la suba de combustibles en el costo de los fletes, que representan un 20%: otra suba esperada para marzo va a sorprender a la actividad en medio de la cosecha".
Son pocos los que arriesgan valores para un mercado de uvas en formación, aunque algunos arriesgan que el litro de vino tinto básico, que hoy se paga a $22 el litro, debería trepar al menos a $30. En tanto, el dirigente recordó que el sector cooperativo vuelve a la carga con un pedido recurrente al Gobierno nacional: un precio diferencial del gasoil para las economías regionales "considerando que el 40% de su precio son impuestos".