Precios Máximos en Mendoza: 300 multas y marcas en falta a la espera de subas
Al cabo de dos meses de vigencia, el programa Precios Máximos, que ya aseguró su continuidad hasta el 30 de junio, deja una buena cantidad de multas por distintos tipos de incumplimientos en Mendoza, y un cuadro complejo para encarar la tercera etapa. Es que no son pocas las marcas que, entre aumentos decididos por su cuenta del orden del 5% y la decisión de no abastecer las góndolas hasta que se oficialice la nueva lista de precios, empiezan a forzar faltantes de ciertos productos.
Cabe recordar que Precios Máximos arrancó en la provincia el 27 de marzo, una semana después de su lanzamiento en Buenos Aires. Y con una lista de 1.780 productos, 15% menos que la original, para cuyo monitoreo se sumó a distintos municipios durante el mes pasado, luego de que la Resolución 100 de la Secretaría de Comercio dictara la obligación de retrotraer valores al 6 de marzo último.
Si bien a principios de mayo la secretaria Paula Español había informado más de 8 mil controles en todo el país con un "alto nivel de cumplimiento", a nivel local el cuadro tiene sus matices. Según la Dirección de Fiscalización y Control, en conjunto con las áreas de al menos 10 comunas (Capital, Godoy Cruz, Luján, Maipú, Guaymallén, Las Heras, La Paz, Santa Rosa, San Carlos y San Rafael), se labraron 300 actas de infracción, como multas que oscilan entre los $10 mil para comercios más pequeños y los $50 mil en el caso de algunas bocas de supermercados.
No es lo mismo
"En general, salvo algunas cadenas, se ha cumplido con la exhibición de las listas. Mayormente las multas recayeron en negocios de cercanía, que argumentan haber recibido productos más caros y estar obligados a trasladar las subas. Pero además hay que tener en cuenta que cuando exigimos ver la lista de precios vigentes al 6 de marzo pueden detectarse diferencias de hasta el 20% con Precios Máximos", explica a Sitio Andino el titular de Fiscalización y Control, José Cortéz.
En algunas bocas asumen incluso que retrotraer los valores al público a esa fecha les convendría más que acatar los que valida el programa nacional. Por eso, el funcionario
advierte que esa brecha debería corregirse de cara a la nueva etapa.
Asimismo, Cortez admite también que el poder de control del organismo, con un cuerpo de 32 inspectores, es limitado para abarcar toda la provincia, de ahí la importancia de la sinergia con los departamentos. El ejemplo concreto es que para que se configure desabastecimiento como falta, debe superar el 50% y durante 72 horas, algo difícil de constatar en las condiciones actuales.
Ahora, Fiscalización espera se conozca la nueva nómina. Mientras, los plazos para hacer efectivas las sanciones económicas están suspendidos por la cuarentena, con lo cual los infractores todavía deben presentar sus descargos.
Y va el tercero....
La prórroga encuentra a cadenas y proveedores en un "tira y afloje" respecto a las condiciones de distribución, dado que hay recorte de volúmenes de mercadería y en casi todos los casos nuevas listas de precios con no menos del 5% de ajuste.
Marcas como Paladini, Cañuelas, Morixe, Peña, Molinos Río de la Plata (que declara pérdidas de $115 millones en el primer trimestre), Serenísima, La Hoja, La Virginia y Cabrales, entre otras ya decidieron no entregar a las cadenas que operan en Mendoza hasta después del 19 de mayo, a la espera de que la nueva nómina de Precios Máximos salga con la actualización pretendida.
Para Rubén David, dueño del híper mayorista de Godoy Cruz y miembro de la Cámara nacional del rubro "todas las marcas están manejándose así o con nuevas listas, salvo las que tienen menos rotación como cervezas y whisky, y como nosotros adherimos al programa y no podemos trasladar las subas directamente optamos por dejar de trabajar el producto. Además, se exije mantener ofertas y promociones al 6 de marzo, cuando muchas se terminan en pocos días. Es como una olla a presión, si no hay algún ajuste en esta nueva etapa será difícil que funcione".
Respecto a la coyuntura, el empresario se considera en el medio. "Los clientes se enojan, discutimos con los proveedores y el Gobierno exije cumplimiento. Es muy complicado trabajar así, cuando los márgenes son bajos, a diferencia de grandes proveedores que se manejan con 20 o 30%. Aún así, lo que va a pasar es que los insumos terminarán dolarizándose, y eso desemboca en desabastecimiento al final", resume David.
