Todo es marketing para el gobierno de Macri. No importa la política y la diplomacia en serio, solo la foto o la declaración de algo que nunca jamás existió para armar el relato prolíficamente repetido por la cadena oficial privada que da sustento al gobierno.
En sus 9 meses de gestión el presidente Mauricio Macri, se reunió y disertó ante más de 3.000 empresarios extranjeros, apretó manos e intercambió palabras con una treintena de mandatarios y acumuló millas aéreas por poco más de 170 mil kilómetros en vuelos internacionales.
El resumen publicado por un instituto económico porteño esta semana, no hace más que graficar lo que salvajemente se vio con el supuesto viaje en colectivo del Presidente: todo es marketing. No importa ni la sustancia, ni la política -como aquella propaganda de gaseosa donde la sed lo era todo- para el Gobierno Nacional y varios de sus aliados provinciales (Mendoza, Salta, Buenos Aires, lo ratifican) la imagen y la comunicación lo son todo.
El sonoro papelonazo del Presidente con la Premier británica avala este concepto. No importa la política y la diplomacia en serio, solo la foto o la declaración de algo que nunca jamás existió para armar el relato prolíficamente repetido por la cadena oficial privada que da sustento al gobierno.
Las impresentables tapas de Clarín de viernes y sábado no hacen más que confirmar que la articulación es perfecta, pero también que el oficialismo sabe que la única carta de poder que tiene es el armado de una realidad virtual que solo puede permanecer en el tiempo con esas colaboraciones inestimables y que nadie aún puede predecir cómo y cuándo serán cobradas.
De hecho, en los últimos 30 días ante el silencio del Ejecutivo, Clarín separó sus unidades de negocios y tres ex CEOs del multimedio tomaron importantes lugares de decisión en la compañía telefónica del presidente del Comité Olímpico Argentino, que ha dejado de ser quien manda, para transformarse en un accionista más.
El mercado ya da por hecho que el primer semestre del año que viene Clarín cumplirá su sueño y será definitiva y formalmente dueño de la compañía telefónica que hoy tiene el 30 % del share del mercado celular.
El nuevo director de relaciones gubernamentales de Telecom es Pedro López Matheu, ex gerente de Relaciones Institucionales de Clarín quien supo ser el lobista fundamental de la Asociación de Entidades Periodísticas, espacio que siempre controló con mano férrea Héctor Magneto. También desembarcaron en el edificio inteligente de Puerto Madero, Roberto Nobile y Alejandro Miralles ambos ex Cablevisión.
A pesar de las interminables giras, discursos y promesas del Presidente y su equipo, un informe del Instituto de Trabajo y Economía (ITE) revela que hasta aquí, en inversión extranjera directa, apenas se ha acumulado 1,300 millones de dólares, una cifra similar a la de los últimos cinco años.
Por ahora las únicas inversiones que aparecen son internas y llevan, con en el caso de Clarín con las telecomunicaciones, a una mayor concentración económica y de factores de poder, lo que reafirma que el cambio profundo solo se da en la interrelación de fuerzas.
La esperanza de que en el último trimestre del año se produzca un pequeño rebote de la economía parece alejarse, sin rediscusión de salarios ni señales de que por alguna otra vía los consumidores vean oxigenados sus ingresos, el consumo se volvió a desplomar en agosto un 3,7% según el informe del ITE y desde este mes esos mismo bolsillos deberán comenzar a pagar los postergados tarifazos.
Las acciones y decisiones siguen sin ser las que se anuncian en los besamanos y auditorios que festejan precisamente que se diga una cosa y se haga una totalmente opuesta, en beneficio de esos pocos.