La semana que cerró: presupuesto, inflación, inversiones y la audiencia que fue un trámite
La baja en la inflación, los números para Mendoza en el Presupuesto, el país en el que "hay que invertir hoy porque luego será caro" pintado en el Foro de Inversiones fueron los temas políticos que marcaron la semana. Atención como iniciamos el lunes.
Casa Rosada
Políticamente, la semana que cerró fue plena de anuncios y hechos cuyos resultados se verá en el tiempo. La presentación del Presupuesto Nacional 2017, las cifras de la inflación, el Foro de Negocios e Inversiones de Argentina y toda la tela que dejó para cortar, el cansancio de los vecinos de San Juan por un nuevo derrame en Veladero, los nuevos casos de justicia por mano propia ante la inseguridad y, algo que finalizará hoy casi como un trámite más, la "tan" esperada audiencia pública por el aumento de la tarifa del gas.
Promediando el vapuleado "segundo semestre", el Gobierno de Macri puso toda la carne en el asador y se dedicó, no sólo a traer y atraer empresas para que inviertan en el país -en este "Mini-Davos" como se lo llamó al Foro de Inversiones- sino además envió el Presupuesto 2017 al Congreso de la Nación con importantes definiciones en lo que respecta a inflación y dólar.
En inflación, y pese a los mensajes optimistas sobre el tema que dieron varios de sus funcionarios, el presidente Mauricio Macri reconoció esta semana que "hoy nadie sabe ningún precio" con certeza. "Lo normal es que cuando uno va al supermercado pueda reconocer unos 80 o 90 precios que se sostienen en el tiempo", pero hoy en cambio "nadie sabe ningún precio", dijo el Presidente.
El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat- Gay, había sido mucho más optimista al indicar que agosto tuvo la menor medición inflacionaria de la historia y que los salarios estaban creciendo por encima de los precios. "Se tomaron el segundo semestre para la joda pero la inflación bajó, tal como lo habíamos dicho", dijo el ministro algo ofuscado. Según el INDEC, la inflación fue del 2% en julio y del 1,5% en agosto.
No ocurrió lo mismo con el titular de Banco Central, Federico Sturzenegger, que aseguró que un 1% de inflación es igual "un número altísimo" y que recién al llegar a ese porcentaje "es cuando los países serios inician la batalla para bajarla".
Donde también esta semana se vio plasmada la pauta inflacionaria que prevé el Gobierno Nacional para el 2017 fue en la presentación del Presupuesto para el próximo año.
El proyecto de la Ley más importante de un gobierno, que regirá el funcionamiento y ordenamiento en el crecimiento (o no) del país, fue presentada esta semana por Prat Gay ante el Congreso. Dos puntos, políticos en el diagnóstico llamaron la atención: justamente la previsión de una inflación al 17% para todo el 2017 y la estimación de la cotización del dólar. Según lo "esperado" por la Nación en el Presupuesto la divisa llegará -en promedio- a $17,92 en 2017, se irá a $21,21 en 2018 y costará $23,53 en 2019.
Del Presupuesto mejor ni hablar, ya demasiado se habló durante la semana. De las obras plasmadas por el Gobierno de Mauricio Macri para Mendoza para el 2017 se determinó una inversión total de 3.506 millones de pesos. De ese monto, un 70% va destinado exclusivamente a Portezuelo del Viento que contará con el dinero necesario para avanzar, y mucho, en su inicio de obras.
El resto, sólo permitirá arreglos en rutas y el inicio de la obra a la que realmente Alfredo Cornejo ha dado prioridad y que es sacar el tránsito pesado de la Capital y desviar la principal afluencia de turistas y camiones, que vienen desde el este, a la altura de Palmira: la ruta 7, a esa altura, se abrirá de su cauce actual y emprenderá un camino directo hacia Luján, o sea, hacia la alta montaña. De este modo, todo el tráfico internacional no pasaría por gran parte del Gran Mendoza, y se generará un nuevo nodo urbano y de consumo, como ocurre cuando toda nueva ruta nace o cambia su trayecto.
La obra en la que tanto hincapié hizo Mauricio Macri, la doble vía Mendoza-San Juan, tiene sólo 9 millones de pesos en el Presupuesto. ¿Para qué alcanza eso? Sólo para que estuviese nombrada en la Ley Madre.
Deflación y canasta básica en Mendoza
Esta semana también el Gobierno de Cornejo salió a dar dos datos relevantes en lo económico: el índice de precios al consumidor provincial y los números sobre la Canasta Básica Alimentaria.
Según la DEIE, en agosto los precios cayeron (-1,2%) en Mendoza. La deflación se debió, explicaron, a la no incidencia en los precios del aumento tarifario del gas luego de la decisión de la Corte de Justicia -y aquí, hay que decirlo, por la decisión de una jueza federal que paralizó el aumento hace ya tres meses-.
El Gobernador se ofuscó cuando le consultaron si la caída en los precios está relacionada a que la gente no puede, y de hecho no está, comprando como antes. El consumo sigue en caída libre desde febrero a esta parte y eso hace que las ventas en general hayan bajado: cierres de comercio, despidos, no creación de nuevas fuentes de trabajo se alinean con la baja en el consumo. Cornejo dijo que "es ridículo pensar que la deflación es producto de la recesión", y con ello cerró el tema.
Al cierre de la semana, la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza dio también los números de Canasta Básica Alimentaria en nuestra provincia. La información indica que una familia debe reunir, como mínimo, $4.464 mensuales para no ser indigente. El dato, claro, sólo incluye alimentos básicos a los precios más baratos que pueden conseguirse. Los datos que permitirán saber cuál es la frontera adquisitiva para no ser pobre en Mendoza, estarían a fines de mes.
Si uno, simplemente suma a esos 4.464 pesos básicos para una familia de cuatro, por ejemplo vestimenta, transporte, gastos por educación y alquiler, las cifras se irán al doble, cómo mínimo. Y un sueldo de entre 9 mil y 10 mil pesos sería lo básico para subsistir con condiciones mínimas, por lo que también se estaría haciendo un relevamiento de cuánto ganamos, en promedio, los mendocinos.
Dejo para el final la Audiencia Pública -que no se veía tan pública desde fuera, teniendo en cuenta la cantidad de seguridad que se puso, al menos aquí en la de Mendoza, y que adentro sólo había sillas vacías-.
¿Por qué esta falta de participación? Miles de argentinos han salidos a la calle durante todos estos meses a protestar por la suba en las tarifas de luz y gas, pero no se volcaron de la misma manera a participar de la audiencia.
Tal vez la escasa participación tiene que ver con que se sabe que la audiencia es no vinculante para el Gobierno, por eso había más gente fuera de la Usina del Arte -protestando-, al igual que en cada una de las audiencias del gas, que adentro de los recintos.
En definitiva. El gas aumentará en menor medida porque el Gobierno de Macri ya dispuso un aumento total del 203% y "gradualidad", palabra que se les perdió durante todos estos meses, en el incremento.
Esperemos, como ciudadanos, que al menos se aprenda a que las decisiones en un país no se toman como en una empresa: lápiz rojo para ajustes y despidos, lápiz verde para remarcar precios. Un país requiere de previsibilidad, de funcionarios que si son técnicos aprendan, antes que nadie, la lección más básica: el engranaje más fuerte de este país, y a la vez el más débil, es su gente. Cada medida tomada, cada política mal encauzada, cada golpe a la producción o al consumo incide directamente en los argentinos; sea perdiendo nivel adquisitivo, o su trabajo, o viendo que mientras se "mima" al posible inversor, la producción argentina está pidiendo por favor mejores condiciones de trabajo para sobrevivir.