Alejandro Gullé, el nuevo Procurador de la Suprema Corte de Justicia, comenzó a establecer las primeras reformas en el Ministerio Público Fiscal.
Alejandro Gullé, el nuevo Procurador de la Suprema Corte de Justicia, comenzó a establecer las primeras reformas en el Ministerio Público Fiscal.
En paralelo a las modificaciones que se están estudiando en la Legislatura, con un proyecto que pretende escindir al Jefe de Fiscales de los Defensores Oficiales; Gullé disolvió las 3 fiscalías especiales que tenía, y que se encargaban hasta hoy de los casos más resonantes de la provincia.
Mediante la resolución 392, el Procurador designó tareas especializadas para cada uno de los ex fiscales especiales (Juan Manuel Bancalari, Santiago Garay y Claudia Ríos).
Con respecto a la Fiscalía 16 -Bancalari-, la investigación ahora recaerá sobre sustracción de automotores (piratería del asfalto). En tanto, para las Fiscalías 17 y 18 (Garay y Ríos), las tareas serán sobre los casos de Homicidios y Violencia Institucional, que comprenderá todos los homicidios culposos y dolosos, averiguaciones de muertes y paraderos y lesiones dolosas graves y gravísimas.
De esta manera, el Procurador comenzó a imponer su impronta personal a la investigación de los delitos, con fiscales especializados en un tipo de casos. No sólo el Procurador, sino también desde el propio Poder Ejecutivo, entienden que los delitos en la provincia "tienen el mismo modus operandi", por lo que, al tener fiscales sólo enfocados en uno de ellos, no sólo agilizará esta propia investigación, sino que mejorarán los resultados sobre las resoluciones.