El país enfrenta un doble problema cambiario. Cuando el dólar oficial se atrasa frente a la inflación, pasa a ser una preocupación para exportadores y productores regionales, porque sus costos en dólares crecen. En 2015 hay que añadirle el problema adicional de la caída de los precios de exportación. A inicios de 2014 el dólar se encareció en Argentina, generando un alivio transitorio para las economías regionales, pero la contrapartida fue una mayor inflación y una contracción del mercado interno, de modo que a fines de dicho año el efecto cambiario se había extinguido, destaca un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea.
El problema cambiario para las provincias argentinas pude apreciarse mediante el Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) regional, calculado para cada provincia, usando sus estructuras de exportaciones.
Para el período 1996 2015, todas las series tienen un comportamiento muy similar aunque variando en sus niveles. Se observa que tras alcanzar un máximo con la salida de la convertibilidad, el TCRM presenta luego una tendencia decreciente, debido a que la inflación superó la tasa de devaluación durante casi todo el período post 2002.
Las devaluaciones llevadas a cabo en el gobierno de Cristina Kirchner en 2009 y 2014 no han logrado revertir la tendencia, resultando tan solo en interrupciones temporarias de la misma. En febrero de 2015 el TCRM se encuentra 19% por encima de sus valores de fines de 2001, el valor más bajo desde la devaluación, aunque equivalente al de 1996, en plena convertibilidad.
El gráfico siguiente muestra la variación en el TCRM entre diciembre de 2001 y marzo de 2015 para las 23 provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Como se ve en el gráfico del Ieral de la Fundación Mediterránea, el TCRM para Mendoza en el período 2001 a marzo de 2015 marca una mejora en términos de competitividad de sólo el 3%, ubicándose en el lote de las provincias más afectadas por el atraso cambiario, ya que en relación a sus productos exportados y los mercados a los que le venden hay hoy una diferencia de sólo 3% en relación al tipo de cambio vigente en el última año de la Convertibilidad.
Si el análisis se hace más cerca en el tiempo, el impacto del atraso cambiario sobre la competitividad de Mendoza es catastrófico. A marzo de 2015 el TCRM de Mendoza es un 8% inferior al vigente en 2013. Esto quiere decir que en dos años el tipo de cambio para los exportadores perdió competitividad.
El informe del Ieral de la Fundación Mediterránea muestra de qué forma hoy los sectores exportadores de Mendoza tiene los mismos problemas de atraso cambiario y pérdida de competitividad que tenían durante la Convertibilidad en los 90.