Financistas piden a la Corte de EEUU una revisión profunda del fallo de Thomas Griesa
Así lo consideraron el titular de la banca de inversión Puente, Federico Tomasevich, y el abogado Marco Schnabel, a cargo de la presentación "amicus curiae" de la Argentina.
La Corte Suprema de los Estados Unidos debería encargar a la Corte de Nueva York resolver el pleito judicial entre la Argentina y los holdouts con una profunda revisión de la interpretación del fallo de Thomas Griesa que obliga al país a pagar el total de deuda en default a litigantes.
Así lo consideraron el presidente de la banca de inversión Puente, Federico Tomasevich, y el abogado Marco Schnabel, encargados de la presentación de la firma ante la Corte estadounidense como "amicus curiae" de la Argentina.
El juez federal del distrito de Nueva York Thomas Griesa dictaminó en noviembre de 2012 que la Argentina debía depositar en garantía unos 1.330 millones de dólares que exige el fondo "buitre" NML Capital por sus bonos en default.
Las instancias judiciales continuaron en esta extensa causa de más de diez años con apelaciones del Gobierno argentino hasta que el litigio quedó en manos de la Corte Suprema estadounidense, que ahora debe definir.
En apoyo a la Argentina, Puente se presentó el lunes último como "amigo del tribunal" para invitar a los jueces a referir el tema del pari passu a la Corte Suprema del Estado de Nueva York, que es el tribunal natural para expedirse sobre un asunto netamente contractual.
La cláusula dice que a los tenedores de bonos el emisor soberano debe darles un tratamiento igualitario, lo que fue quebrantado por Griesa al no tener en cuenta que más del 97 por ciento de los acreedores reestructuraron la deuda y se verían perjudicados en caso de la aplicación del fallo.
Si la Argentina acata el fallo de Griesa, el fondo buitre NML Capital cobraría los 1.330 millones de dólares en efectivo incluso antes de que muchos de los acreedores que aceptaron los canjes de 2005 y 2010 cobre un vencimiento de los títulos que recibieron en la reestructuración.
Por ello, según Schnabel, "la corte del Estado neoyorquino es quien debe hacerse responsable de las consecuencias que este fallo pudiera tener sobre el uso del derecho del Estado de Nueva York en todas las emisiones soberanas de todo el mundo".
Tomasevich opinó que la Corte de los Estados Unidos debe comprender que avalar esta demanda es "empujar a la Argentina al default", con consecuencias desastrosas para variables sensibles de su economía, como la inversión y el empleo.
Estos dos expertos consideran que el pari passu fue "mal resuelto" por Griesa e indicaron que existen precedentes europeos en los que tribunales ingleses y belgas emitieron fallos contrarios al del juez neoyorquino en causas similares.
Además, según Tomasevich, el Gobierno sigue demostrando su voluntad de pago de los compromisos asumidos como el reciente acuerdo con Repsol, la normalización de las estadísticas del INDEC, los avances con el Club de París y las novedades favorables en el CIADI.
Schnabel fue tajante al analizar el escenario: "Esto se va a resolver con las partes en una mesa de diálogo y negociación económica. La Argentina tendrá que pagar en algún momento pero los holdouts no van a cobrar todo lo que ellos dicen que tienen que cobrar".
A Puente, una entidad de capitales argentinos y la principal estructuradora y distribuidora de bonos argentinos, le preocupa esta causa porque sus propios clientes se verían muy afectados ante un fallo desfavorable para el país.
Incluso ya en diciembre del 2012 esta banca de inversión representó a la Argentina ante la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de los Estados Unidos bajo la figura de Amicus Curiae en contra de la decisión emitida por Griesa que ordenaba a la Argentina a pagarle a los holdouts en términos más beneficiosos que los acordados en los dos canjes de deuda anteriores.
Además del de Puente, la Argentina recibió el lunes último (fecha límite) otros nueve apoyos para su apelación ante la Corte Suprema, entre los que figuran el de Brasil, México, Francia, varias organizaciones financieras y no gubernamentales.
En su amicus curiae, Brasil dice que está interesado en el caso porque ha emitido deuda por US$ 36.000 millones bajo legislación de Nueva York que contiene la misma cláusula del pari passu que los contratos de la deuda argentina.
Según el gobierno brasileño, el fallo que obliga a la Argentina a pagar a los fondos buitres al mismo tiempo que les paga a los tenedores de bonos reestructurados ofende la soberanía y dignidad de Brasil.
Los otros amicus curiae están firmados por Fintica, Eurobondholders, Joseph Stiglitz, Caja de Valores y Euroclear. Fuente: NA