Una docena de puertos chilenos paralizaron sus actividades total o parcialmente y frenaron el despacho de cobre y frutas frescas, lo cual provocará pérdidas millonarias.
Algunos trabajadores portuarios demandan el pago retroactivo de una subvención por comida, que podría bordear los 5.000 dólares por trabajador, y otros fueron a la huelga en apoyo a sus colegas de un terminal del norte.
El presidente de la Federación de Productores de Fruta de Chile, Cristián Allendes, dijo que sólo en el puerto de San Antonio, en el centro del país, la pérdida semanal por lo que se deja de exportar bordea los 40 o 50 millones de dólares.
Precisó que por San Antonio se dejan de exportar un millón y medio de cajas semanales y destacó que los productos más afectados son la fruta fresca y la carne de cerdo o ave, cuyos destinos son mercados asiáticos.
"Nosotros contratamos un servicio que ellos deben entregar y el Estado debe asegurar que estas concesiones a privados funcionen", enfatizó Allendes.
Ronald Bown, presidente de los Productores de Fruta, calificó la situación de "insostenible", recordó que es la segunda huelga portuaria en nueve meses y demandó ayuda del gobierno para que busque una pronta solución.
El gobierno, sin embargo, dijo que es un problema entre los trabajadores y las empresas privadas que administran los puertos.
El ministro del Interior, Andrés Chadwick, declaró que el gobierno actuará en las materias que le corresponden, "para garantizar la libertad de trabajo, el acceso a los puertos y el orden público".
Media docena de terminales del sur pararon en apoyó al puerto de Angamos, 1.400 kilómetros al norte de Santiago, que empezó a reanudar parcialmente sus labores el miércoles, luego que grupos de trabajadores aceptaron la última oferta de la empresa, de un incremento salarial del 15%, informó Matías Laso, gerente general de Ultraport, que maneja el terminal.
Angamos presta funciones a una región donde se concentran las más importantes minas de cobre de Chile, el mayor exportador mundial del mineral. Estuvo paralizado dos semanas, tiempo durante el cual se acumularon envíos de cobre no precisados.
El ministro de Agricultura, Luis Mayol, consideró que para los agricultores, que han afrontado una prolongada sequía, fuertes heladas en septiembre pasado y la baja del dólar, este paro "es una patada en el suelo que muy pocos pueden resistir". Fuente: AP