Los Caballeros de la Quema en la Fiesta Provincial de la Cerveza. Foto: gentileza Municipalidad de Godoy Cruz.
La Fiesta Provincial de la Cerveza edición número 16 llegó a su final este domingo en el predio del parque San Vicente. Esta vez fueron menos los asistentes al evento que las jornadas anteriores pero rondaron por las 18 mil personas, un número para nada despreciable.
La propuesta dominguera fue netamente rockera. Los Caballeros de la Quema y La Vela Puerca fueron los números convocantes en una jornada donde las bandas mendocinas mostraron lo mejor que tienen.
Manso Dreamin´ es una banda que llegó desde La Paz y para ellos fue una verdadera hazaña estar en ese escenario. Mostraron lo suyo con ganas y el aguante de los que estaban presentes a las 19, hora en que arrancó todo. Inmediatamente subió Selva Blanca, que ofreció un set contundente.
Una de las grandes sorpresas de la jornada la dio SAM. El cuarteto se despachó con un set lleno de psicodelia, rock duro y canciones muy elaboradas que fueron cautivando de a poco a los asistentes. Una apuesta fuerte para un festival y salió muy bien. Otro destacado fue La Fugitiva, una banda de rock básica, con letras de historias comunes y el ADN del rock argentino de los 70. Con esa fórmula lograron captar la atención y llevarse varias ovaciones.
Spaghetti Western fue la antesala de los consagrados y, la verdad, ya están muy cerca de ese espacio. El grupo es sólido, musicalmente claro y concreto, con canciones bien hechas y mejor cantadas. Una presentación magnífica.
Los Caballeros de la Quema volvió por segunda vez en el año a Mendoza y aplicó la fórmula redituable: hit tras hit, palo y a la bolsa. El tema es que los muchachos del oeste bonaerense pueden darse ese gusto porque tienen muy buenas canciones, que se mantuvieron en el tiempo y que son parte del cancionero popular. Entonces, los liderados por Iván Noble desandaron una hora y treinta minutos donde el coro popular fue constante.
Impecables por donde se los mire. Igual situación que para los uruguayos de La Vela Puerca, que llevaba un largo tiempo sin pisar estas tierras pero que al hacerlo desató su arsenal de buenas canciones (contundentes desde lo musical) para dejar a todos contentos.
Llegó el final de la Cerveza y se puede decir que fue un muy buen festival tanto desde lo logístico (impecable todo), desde lo técnico (sonido, pantalla y luces de primer mundo) y artístico con propuestas para todas las edades.
Sin dudas, un festival muy establecido que -año tras año- sube la vara y tiene condiciones para poder hacerlo. Hay gente capaz, comprometida, que sabe de esas experiencias y que -por sobre todas las cosas- piensa en el público para que la pase bien y quiera volver.