Dormir con una mascota es algo que tenemos absolutamente normalizado. Muchos perros comparten la cama con sus tutores, incluso se acurrucan bajo las sábanas en contacto directo con la piel. Aunque esta costumbre puede parecer una expresión de cariño y apego, los especialistas advierten que no siempre es beneficiosa para la salud de las personas ni del animal.
Para muchos, dormir con su perro es una forma de reforzar el vínculo afectivo. Pero detrás de ese gesto tierno, pueden esconderse riesgos invisibles. Los veterinarios coinciden en que, aunque los perros estén limpios y bien cuidados, no dejan de ser animales que traen consigo gérmenes, bacterias y partículas del exterior que pueden terminar en tu cama.
Ni por las pulgas ni por las alergias: el motivo por el cual no es bueno compartir cama con tu mascota
Lo que tu mascota arrastra sin que lo notes
Una de las principales razones por las que los expertos desaconsejan esta práctica es la higiene del entorno de descanso. Incluso el perro más aseado puede portar alérgenos, restos de tierra, hongos o agentes transmisores de enfermedades zoonóticas. Si en casa hay personas con alergias, asma o defensas bajas, el contacto nocturno con el animal puede resultar perjudicial.
Perro en la cama: el descanso que no llega
Otro punto clave es el sueño. Los perros tienen ciclos distintos a los humanos, y pueden moverse, ladrar o jadear durante la noche. Esto genera interrupciones en el descanso profundo del tutor. Dormir con interrupciones constantes afecta el sistema nervioso, la capacidad de concentración y el estado de ánimo.
El rol del perro dentro de la casa
Desde el punto de vista conductual, los expertos también marcan alertas. Permitirle al perro subir a la cama puede confundir los límites jerárquicos del hogar, especialmente si el animal tiene problemas de obediencia. En algunos casos, esto puede reforzar conductas ansiosas o territoriales, algo que a largo plazo termina afectando la convivencia.
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Ni por las pulgas ni por las alergias: el motivo por el cual no es bueno compartir cama con tu mascota
¿Qué podés hacer?
Si querés seguir compartiendo momentos cercanos con tu mascota sin poner en riesgo tu salud ni tu descanso, considerá estas opciones:
Colocá una camita cerca de tu cama.
Establecé rutinas claras para el sueño.
Reforzá hábitos de higiene tras los paseos.
Consultá al veterinario ante cualquier cambio de comportamiento.
Dormir con tu perro puede sentirse como un gesto de amor inofensivo, pero también puede convertirse en un hábito que compromete tu bienestar físico y emocional. Elegir bien dónde y cómo compartir el descanso con tu mascota es parte de cuidarla... y de cuidarte./TN.