Películas para ver sobre la Primera Guerra Mundial
De Chaplin a Kubrick, de Renoir a John Huston, los directores que abordaron el conflicto en sus películas.
Pelícuas de la Primera Guerra
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial el cine solo tenía dos décadas de existencia y se encontraba en un periodo crucial de cambios e innovaciones industriales, técnicas y estéticas que fueron puestos a prueba por la contienda para realizar películas y documentales.
20 años después de 'La gran ilusión', los aún amigos Kubrick y Kirk Douglas recrean un hecho real ocurrido durante la I Guerra Mundial (el juicio amañado contra tres soldados franceses, fusilados para encubrir un error del estado mayor) y consiguen un filme tan impecable como espeluznante. El hecho de que este fuera prohibido en varios países (entre ellos Francia y una España donde solo pudimos verla a partir de 1986) demuestra que la jugada les salió bien.
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'1917' (Sam Mendes, 2019)
Ganadora de tres Oscar (uno de ellos a la apabullante fotografía de Roger Deakins), la película en la que Sam Mendes rindió homenaje a los sufrimientos de su abuelo en el frente occidental puede ser considerada tanto un estéril alarde técnico o un trepidante viaje a ninguna parte que bordea el 'survival horror'. Sea cual sea la opinión del espectador, la espectacularidad de sus casi dos horas de plano secuencia resulta innegable.
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'La gran ilusión' (Jean Renoir, 1937)
Con la II Guerra Mundial llamando a la puerta, Renoir volvió la vista atrás en una obra maestra del cine bélico que, además, tuvo el honor de fundar el subgénero 'campo de prisioneros'. La odisea de dos aviadores franceses (el obrero Jean Gabin y el aristócrata Pierre Fresnay), vigilados por un Erich Von Stroheim sublime, tuvo el honor de ganarse el odio de los nazis, que hicieron lo posible por destruir todas sus copias. Por suerte, no lo consiguieron.
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'¡Armas al hombro!' (Charles Chaplin, 1918)
La guerra aún no había terminado, pero Chaplin no estaba dispuesto a que esa minucia le impidiese sacar chistes de las trincheras. La película más larga hasta la fecha del cineasta (36 minutos), y también la más ambiciosa, incluye momentos tan descacharrantes como el del queso tóxico, la siesta en el túnel inundado o esa brillante infiltración tras las líneas enemigas. Los soldados que regresaban del frente la adoraron, convirtiéndola en un éxito de taquilla.
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'Lawrence de Arabia' (David Lean, 1962)
La trágica y enigmática historia del arqueólogo y militar T. E. Lawrence (un Peter O'Toole en estado de gracia) no solo dio lugar a una de las mejores películas bélicas de la historia, con escenas tan apoteósicas como la voladura del tren en el desierto, sino que también nos ayudó a entender la importancia de la I Guerra Mundial a la hora de configurar el caos interminable de Oriente Medio. El filme ganó siete Oscar incluyendo mejor director y mejor película.
'Sin novedad en el frente' (Lewis Milestone, 1930)
Un año después de su llegada a las librerías, la novela bélica más exitosa del periodo de entreguerras se convirtió en una superproducción de Hollywood que aprovechaba la libertad del cine pre-código Hays para retratar una carnicería aún reciente en la memoria de los espectadores. Los nazis, que ya habían convertido en un infierno la vida del escritor Erich Maria Remarque, la tomaron con el filme, saboteando sus proyecciones, primero, y prohibiéndolo una vez llegados al poder.
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'La reina de África' (John Huston, 1951)
No todas las películas ambientadas la I Guerra Mundial son lúgubres relatos de trinchera. Sin ir más lejos, este clásico del cine de aventuras nos pone una sonrisa en la boca con su extraña pareja de antihéroes (Humphrey Bogart, marinero dipsómano, y Katharine Hepburn, misionera ferozmente abstemia) que huyen de los alemanes en un loco periplo fluvial. Las anécdotas sobre su rodaje, con el director y 'Bogey' librándose de la disentería gracias a su amor por el bebercio, son tanto o más apasionantes que la propia película.
'Largo domingo de noviazgo' (Jean-Pierre Jeunet, 2004)
Tras el exitazo de 'Amélie', Jeunet y la actriz Audrey Tautou se embarcaron en una producción todavía más ambiciosa... que se estrelló en la taquilla internacional. Una pena, porque esta original combinación de drama romántico, thriller y película de guerra resulta de lo más espectacular y (¡cielos!) incluso mejor que la película que lanzó al dúo a la fama, centrándose en cómo los horrores de la guerra afectaron para siempre a las vidas de los supervivientes y sus seres queridos.
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'Gallipoli' (Peter Weir, 1981)
El futuro director de 'El show de Truman' y su entonces actor fetiche, un tal Mel Gibson, recrean una de las mayores masacres de la I Guerra Mundial: el asalto a la península que da título al filme, que aspiraba a debilitar al Imperio otomano y solo consiguió dejar un cuarto de millón de muertos sobre el campo de batalla. Semejante error de cálculo casi manda al traste la carrera de Winston Churchill, por entonces Primer Lord del Almirantazgo.
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'Sin novedad en el frente' (Edward Berger, 2022)
Ironías de la vida: la última adición al canon de grandes películas sobre la I Guerra Mundial es esta adaptación de la novela de Remarque que tanto había asustado a Hitler y a sus esbirros 82 años antes. Tan ambiciosa como su predecesora, la película no solo aspira a ser aún más truculenta que esta, sino también a explicar por qué la derrota de los imperios centrales (y la paz humillante impuesta por los aliados) llevaron consigo las semillas de un nuevo conflicto.