La educación pública “es un derecho” o regla que se cumple en la provincia de Mendoza, que trasciende distancias y tiempo, que se refleja en las escuelas rurales donde reciben alumnos de todos los niveles, desde el Inicial, hasta el Terciario, dependiendo la zona, como en los bastos territorios de Malargüe.La escuela también “da vida a muchos parajes”.
Adriana Ibáñez es la directora de la Escuela 8-511 Peregrina Cantos, ubicada en la localidad de Bardas Blancas, distrito de Río Grande, y distante 60 kilómetros de la ciudad de Malargüe, establecimiento escolar que garantiza la educación primaria a alumnos de decenas de parajes de la zona, algunos ubicados en plena zona cordillerana.
Ibáñez relato como es la labor que realizan en un lugar dominado también por las inclemencias del tiempo, desde los fuertes vientos del oeste, como de las bajas temperaturas que se ubican a partir de mayo y hasta setiembre inclusive, por debajo de cero, sin dejar de mencionar las nevadas que muchas veces ha dejado aislado al conglomerado urbano que existe a la vera de la Ruta40, que vincula con la Nacional 145 Paso Pehuenche, o al sur con la provincia de Neuquén.
“Vamos hacia los puestos a buscarlos con el transporte” que designa la Dirección General de Escuelas, recorrida que es “acompañada por maestros”, viaje que puede llevar toda una jornada. La docente detalló además que la escuela recibe sesenta y nueve alumnos, de los cuales veintisiete son albergados.
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El dialogo con los maestros rurales de la escuela Peregrina Cantos sirvió para conocer más sobre la vocación de la mayoría, tal como lo explicó Florencia Aravena, que los sintetizó al decir “es ser la seño-mamá”, durante quince días.
La escuela como centro de una comunidad
Genaro González, es otro de los docentes de la Escuela 8-511, y en la charla distendida con SITIO ANDINO en el comedor del establecimiento, hizo una acotación que sirve para reafirmar el concepto de que la escuela en uno de los pilares de cualquier comunidad, al decir que “Bardas Blancas nació alrededor de la escuela”, trayendo también a la memoria que fue cuando se extraía carbón en Minacar, yacimiento que funcionó en las décadas de los ’40 y ’50 en la zona.
Crónicas de esa época señalan que “se funda una escuela a raíz de la necesidad que genera una mina que estaba cerca de Las Loicas”, requerimiento para los hijos de los mineros, como así también de los puesteros de esta basta zona del departamento de Malargüe.
“A partir de la escuela se acerca gente” a este lugar atravesado por los polvorientos caminos, como los de las trazas de las rutas 40 y 145, y otros ganaderos que vinculaban con centenares de puestos, muchos en el límite mismo con Chile. Fueron los primeros asentamientos vinculados por la educación y el trabajo, lo que ratifica que “no podrían haberse escolarizado” muchos niños durante todo este tiempo sin este establecimiento.
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Sentimientos y "vínculos" inquebrantables que surgen en una escuela
Gabriela Ponce a su turno, y en medio de la emoción que esto genera, manifestó sobre el lazo que se teje entre docente y alumno, el que permanece intacto y para siempre, porque “el vínculo no se rompe, ahora mis alumnos son los papás” de los nuevos niños que cobija.
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Concordante con la visita de SITIO ANDINO a Escuela 8-511 Peregrina Cantos, también estuvo la de la vicegobernadora de Mendoza Hebe Casado, funcionaria que destacó que estos establecimientos “son comunidades donde los docentes pasan a ser la familia sustituta durante el tiempo que están albergados los chicos”.
Los niños “además de recibir educación” también tendrán el "cariño que no recibirán” durante esos días que están alejados de su núcleo familiar, contención fundamental en esta edad de formación.