Ambos partidos definieron la fecha de sus congresos, en los que resolverán el mecanismo interno para seleccionar los candidatos para octubre. El kirchnerismo amenaza ir por fuera.
Los dos partidos tradicionales definen sus mecanismos internos de selección de candidatos
Tanto la Unión Cívica Radical como el Partido Justicialista de Mendoza confirmaron que el próximo 31 de mayo celebrarán sus respectivos congresos partidarios, donde definirán cómo seleccionarán a sus candidatos para las elecciones legislativas del 26 de octubre.
La coincidencia de fechas no es casual: tras la suspensión de las PASO nacionales, todos los espacios políticos deben resolver qué mecanismo utilizarán para garantizar un proceso democrático de cara a los comicios.
La UCR convocó a su congreso provincial extraordinario para ese día, con el objetivo de modificar su carta orgánica en función de lo establecido por la acordada 37 de la Cámara Nacional Electoral, que obliga a los partidos a definir y comunicar con anticipación el sistema electoral interno que usarán, especialmente en contextos sin primarias. El encuentro será presencial y se realizará en la sede del Comité Provincia, según informaron fuentes partidarias.
Desde el radicalismo destacaron que la medida apunta a “garantizar la representación de las minorías” y definir un sistema de selección que luego será notificado a la justicia electoral. “Tenemos que construir un sistema, aprobarlo en el congreso y comunicarlo oficialmente”, señaló el presidente de la UCR Mendoza, Andrés Lombardi, quien además defendió las PASO como una herramienta que amplía la participación y mejora la oferta electoral.
Más allá de lo que se decida en ese evento, prácticamente no hay dudas de que el partido gobernante no apelará a elecciones internas para definir sus candidatos/as. Habrá que ver la posición que lleva el sector ligado al ministro de Defensa Luis Petri y otros espacios que confrontan con el cornejismo. Mientras tanto, los máximos popes del Ejecutivo negocian con los armadores de La Libertad Avanza la posibilidad de formar una alianza electoral, que de cumplirse achicará los nombres que puede aportar el radicalismo a la boleta de esa coalición.
Por su parte, el PJ también reunirá a su congreso partidario el 31 de mayo, pero en este caso en San Rafael. Allí deberá resolver si adopta un método interno de votación o habilita otro tipo de mecanismo consensuado, en un contexto de tensiones internas con el sector kirchnerista, que amenaza con competir por fuera del peronismo si no se garantiza un esquema participativo.
En ese sentido, La Cámpora y otros espacios aliados dieron en los últimos días el primer paso formal para presentar una alternativa electoral propia: activaron el sello Unidad Popular, una agrupación registrada en la Justicia Electoral que pertenecía al exintendente de Las Heras, Guillermo Amstutz.
Con ese instrumento legal disponible, podrían avanzar con una lista independiente del PJ si no arriba a un acuerdo que contemple la unidad de el sector que aglutina a los intendentes y al que comanda la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti.
El Congreso del PJ será clave para contener esa posibilidad. El presidente partidario Emir Félix ha dicho públicamente que apuesta también a la unidad, pero las diferencias entre ambos espacios internos son cada vez más evidentes y las declaraciones de unos y otros atentan contra la opción de ir juntos.