Casi como si no le importaran las elecciones del domingo, el secretario de Comercio Interior,Guillermo Moreno, se presentó ayer ante un puñado de empresarios mineros con el atuendo político que más le gusta. Los citó muy temprano por la mañana, les pidió que ingresaran US$ 300 millones en el país, les prometió que les allanaría el camino si lo hacían, planteó sus diferencias con otros alfiles del equipo económico, como la jefa del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, lanzó algunos insultos con destinatarios específicos y les aclaró: "Economía soy yo".
Así lo relataron algunos de los aproximadamente 12 participantes de empresas mineras que llegaron a las 8 a la oficina de Moreno en Diagonal Sur. El funcionario estuvo escoltado por otros dos funcionarios: Roberto Baratta, mano derecha del titular de Planificación, Julio De Vido, que hizo algunas intervenciones desde el fondo de la sala -pese a que levantó el tono de voz, los empresarios casi no le prestaron atención-, y el secretario de Minería, Jorge Mayoral, tan conocido en el sector por su sonrisa permanente como por su poder acotado para tomar decisiones.
Moreno reeditó el encuentro que mantuvieron la semana pasada las mineras con Kicillof. Fiel a su estilo histriónico, el titular de Comercio Interior fue más vehemente que el viceministro. Les dijo a los empresarios que quería que trajeran al país 300 millones de dólares desde sus casas matrices mediante la suscripción de Baade (el bono creado en el marco del blanqueo para financiar obras de infraestructura) y que distribuyan esa suma por cupos, de acuerdo con la capacidad exportadora de cada minera.
Lo escuchaban representantes de Minera Alumbrera (la mayor exportadora de minerales del país), Barrick, Yamana, Goldcorp, Troy Resources, Anglogold Ashanti (controlante de Cerro Vanguardia) y Pan American Silver. Casi todas las empresas enviaron abogados, un indicador de que analizan la propuesta oficial con más cuidado que entusiasmo.
NUEVO TIPO DE CAMBIO
Moreno les ofreció lo que consideraba un "trato justo" sobre la base de sus propias reglas cambiarias. Sostuvo que el dólar a $ 10, "el que informa Clarín, es el tipo de cambio de los golpistas", según los términos que utilizó y reprodujeron los asistentes al encuentro. Pero, implícitamente, reconoció que el cambio oficial está retrasado y consideró que un valor de la divisa a $ 7 era una opción intermedia y apropiada. Les aseguró, de hecho, a las mineras que si compraban Baade, luego el Banco Nación les recompraría los títulos a ese valor. Les garantizó así que podrían usar el Baade como "un contado con liqui, pero al revés", en referencia al mecanismo que existe en el mercado bursátil para hacerse de dólares en el exterior, a través de la compraventa de bonos soberanos.
La oferta de Moreno, no obstante, no parece tener todavía el consenso del Banco Nación. Consultada al respecto por LA NACION, una fuente de la entidad oficial dijo: "No hay ninguna probabilidad de que el banco compre esos títulos a ese precio".
Moreno también les insistió durante el encuentro a los empresarios que podrían comprar o vender los bonos entre privados, con vistas a crear un mercado secundario, y destacó que no hacía falta ninguna disposición oficial para eso. Hasta deslizó que podría haber modificaciones para desligar al Baade del blanqueo, para el cual fue concebido.
Lejos del carácter iracundo que mostró en otras ocasiones, el secretario de Comercio se mostró ayer algo más dócil, a tal punto que los empresarios plantearon su temor a que les ocrurra lo mismo que a las cerealeras. Una norma del Banco Central difundida la semana pasada estipula que si compran Baade con financiamiento del exterior deberán mantenerlos en cartera hasta su vencimiento (en 2016) o, de otra forma, si los venden, tendrán que contentarse con el tipo de cambio oficial. Pero, una vez más, Moreno se mostró como el dueño de Economía. Les dijo que con Marcó del Pont tenían algunos criterios diferentes. "Los intervencionistas son los del BCRA. Yo marco la plaza y dejo que el camino lo haga la gente", sostuvo. De todas maneras, les garantizó que a las mineras no les ocurriría lo mismo.
En tal sentido, desde el Banco Central explicaron a LA NACION que la norma sólo rige para quienes compran Baade con crédito del exterior (lo que podría ser el caso de las cerealeras que acceden a prefinanciaciones de exportaciones), pero no aplica para todos los otros sectores que puedan llegar a ingresar fondos propios.
Durante la reunión, Moreno no ocultó sus diferencias con otros miembros del equipo económico. "Economía soy yo", repetía a lo largo de la charla. Y dejó a los representantes de las mineras boquiabiertos cuando, en medio del encuentro, tomó el teléfono, llamó a Kicillof, y le dijo: "Pendejo, ¿no trabajás? Estamos todos reunidos esperándote". Los asistentes no lograban comprender si se había tratado de una teatralización de Moreno o de un hecho real. Todos intuyeron, sin embargo, que el polifuncional secretario había quedado herido en su poder tras la reunión que organizó Kicillof con los empresarios la semana pasada.
"Cuando nos propusieron la idea por primera vez nos pareció que era una locura. Hoy no creo que ningún empresario minero piense eso", resumió uno de los asistentes, que pidió reserva de su nombre. Sin embargo, otro de los presentes confió: "No creo que las matrices afuera accedan a traer más fondos. Por ahora dijimos que estudiaríamos el tema, como hicieron las cerealeras y los supermercados, y la idea es dilatarlo lo más posible. Las cerealeras ya llevan un mes".
En línea con su propio manual, Moreno les pidió a los asistentes sus números celulares. Como casi nunca antes, se encontró con un escollo infranqueable cuando llegó a uno de los ejecutivos de la minera jujeña El Aguilar, que dijo que no usaba.
SUSPENDEN UN PROYECTO EN SANTA CRUZ
La minera Goldcorp, que opera la mina Cerro Negro en Santa Cruz, suspendió su actividad de exploración prevista para este año, informó a través de un comunicado. "La baja internacional de los precios del oro y la plata han disminuido los ingresos de otras operaciones de Goldcorp en el mundo, las que financian la construcción del proyecto Cerro Negro. Esto ha provocado que los capitales de los mercados internacionales sean escasos y se restrinjan, priorizándose las inversiones de construcción". La empresa criticó el marco impositivo.