Barack Obama pidió al Congreso que apruebe la reforma migratoria "este año"
La iniciativa "es buena para nuestra economía, buena para nuestra seguridad nacional, buena para nuestro pueblo", dijo el presidente estadounidense y llamó al voto republicano.
Lejos del escándalo del espionaje que ayer lo llevó a discutir telefónicamente con la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente estadounidense, Barack Obama, dedicó hoy un contundente discurso al delicado tema de la inmigración en su país y pidió al Congreso que aprueben este año la reforma que la Casa Blanca promueve.
"Es el momento de hacerlo", es necesario "arreglar nuestro roto sistema de inmigración", enfatizó Obama durante una comparecencia en la Casa Blanca.
La reforma "es buena para nuestra economía, buena para nuestra seguridad nacional, buena para nuestro pueblo y deberíamos hacerlo este año", remarcó el mandatario.
El Senado, bajo control demócrata, aprobó su propuesta para una reforma migratoria el pasado junio, pero desde entonces la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, no ha logrado alcanzar un acuerdo bipartidista y las negociaciones están estancadas. El mismo desacuerdo llevó a una parálisis administrativa que afectó a todo el país este mes por 16 días.
Acompañado de su vicepresidente, Joe Biden, Obama recordó que los demócratas de la Cámara baja ya presentaron su propia propuesta y "ahora les toca a los republicanos decidir si la reforma se convierte o no en una realidad".
El presidente indicó que si los republicanos tienen nuevas o adicionales ideas para sacar adelante la reforma, él está dispuesto a escucharlas.
"No esperemos. No será más fácil si lo postergamos", subrayó Obama al llamar a "no esconder bajo la alfombra una vez más" los problemas que tiene el sistema de inmigración de Estados Unidos.
El proyecto de reforma aprobado por el Senado establece millonarias inversiones para mejorar la seguridad fronteriza, abre una vía a la ciudadanía para 11 millones de indocumentados y, según resaltó Obama, haría crecer la economía en 1,4 billones de dólares durante los próximos 20 años.
"Si hay una razón para no aprobar esta reforma de sentido común todavía no la he escuchado", aseguró el mandatario. "Está en manos de los republicanos de la Cámara baja decidir si la reforma migratoria se convierte en realidad o no", subrayó.
QUÉ DICE LA PROPUESTA DE OBAMA
El plan demócrata no les ofrecerá un camino fácil a los indocumentados. Todos podrán solicitar un "estatus legal provisional" que les permita quedarse y trabajar. Luego habrá dos tiempos de espera para solicitar la residencia permanente o green card : cinco años para trabajadores rurales y dreamers (jóvenes que llegaron de chicos), y diez años para el resto.
Los indocumentados deberán pagar una multa, impuestos atrasados (muchos ya pagan un impuesto codificado), atravesar un chequeo de antecedentes criminales y, antes de convertirse en ciudadanos, dar pruebas del dominio del inglés.
La ley prevé también la ampliación del cupo de visas para trabajadores calificados (H1B), de las 65.000 actuales (que en el último año se agotaron en una semana) hasta 180.000. Ésta es la visa con la cual suelen quedarse los egresados extranjeros de programas de posgrado de las universidades.
Además, se creará una nueva visa W para trabajadores no calificados, hecha casi a medida para el empleo golondrina, o para los millones de inmigrantes que trabajan en la construcción o los restaurantes del país. El primer año se ofrecerán 20.000 visados, lo cual se incrementará hasta los 200.000 por año.