Aerolíneas Argentinas no logra salir de los números en rojo pese al impulso político
Tan vital resulta para el Gobierno mantener viva a la empresa que le ha inyectado este año el equivalente a U$S1,6 millones diarios, según la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Retratos de Juan Perón y su venerada esposa Evita dominan el despacho del presidente de Aerolíneas Argentinas, una empresa fundada por el ex mandatario argentino que sobrevive en números rojos.
Aunque Mariano Recalde, titular de la empresa, asegura que la comanda con visión empresarial, la compañía es un símbolo del intervencionismo económico de la presidenta peronista Cristina Fernández y de su lucha por mantener una aerolínea de bandera deficitaria, que recibe millonarios subsidios y tiene una enorme planta laboral.
"No hay interferencia política. Hay, al revés, sintonía de intereses y objetivos", dijo en una entrevista con Reuters Recalde, un abogado de 41 años que preside la empresa desde el 2009 y quien no tenía experiencia previa en la industria.
Para la presidenta invertir en Aerolíneas, aunque sea poco competitiva, es vital en un país extenso como Argentina ya que permite conectar ciudades a las que líneas aéreas privadas no llegan debido a la falta de rentabilidad en las rutas.
Tan vital resulta para el Gobierno mantener viva a la empresa que le ha inyectado este año el equivalente a 1,6 millones de dólares diarios para mantenerla en el aire, según datos de la privada Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Los críticos creen que Aerolíneas Argentinas es una clara muestra del despilfarro de recursos públicos en un país que sufre una elevada inflación, pobres niveles de inversión y en el que el transporte masivo -principalmente los trenes- se encuentra en ruinas.
Los números de la empresa son un misterio.
Aerolíneas no reporta sus resultados en forma periódica y tampoco revela regularmente otras mediciones comunes en la industria como el tráfico de pasajeros y factor de ocupación.
Pero tiene 189 empleados por aeronave, por encima del promedio global de la industria de alrededor de 150. Y emplea a 1.340 pilotos según fuentes sindicales, lo que implica alrededor de 23 por avión frente a entre 10 y 15 de las aerolíneas estadounidenses.
"Por el camino que vamos el Gobierno va a llevar al quebranto a Aerolíneas Argentinas", dijo a Reuters Gerardo Morales, senador de la opositora Unión Cívica Radical.
"Tiene que existir una aerolínea de bandera, pero tenemos que garantizar la competencia, producir una mayor apertura y lograr que empresas chicas privadas puedan prestar servicios y cubrir destinos", agregó el legislador, una de las voces más críticas sobre la administración de la compañía.
Historia de pérdidas Creada en 1950 bajo la segunda presidencia de Perón, Aerolíneas Argentinas estuvo varias veces al borde de la quiebra hasta que el Estado -que la había privatizado en 1990- se hizo cargo en el 2008 tras expropiársela al grupo español Marsans.
Desde entonces, unos 3.600 millones de dólares han sido inyectados a la empresa, según confirmó Recalde.
Aunque la Auditoría General de la Nación (AGN), que verifica las cuentas de empresas estatales, ha rechazado opinar sobre los últimos balances que le presentó la aerolínea (2009 y 2010), dijo que Aerolíneas reportó una pérdida neta en el 2010 de 1.611,6 millones de pesos (405,2 millones de dólares).
Y sus resultados negativos acumulados no asignados fueron de 7.540,2 millones de pesos (1.895,7 millones de dólares).
Fernández y su antecesor, su fallecido esposo Néstor Kirchner, nacionalizaron sectores clave de la economía como los fondos de pensiones, empresas de servicios públicos y la petrolera YPF. Los subsidios a áreas como el transporte, la energía y la asistencia social equivalen a casi un 5 por ciento del Producto Interno Bruto.
Muchos ven a la aerolínea estatal como un arma de la mandataria para hacer política. Pero Fernández rechaza las críticas contra la empresa.
Mariano Recalde, titular de Aerolíneas Argentinas.
"Es montaje mediático para atacar a empresa estatal argentina que realiza 80 por ciento de cabotaje (vuelos domésticos) del país. En buen romance: la que se hace cargo del transporte de los argentinos, sean rentables o no los destinos", escribió recientemente en su cuenta de Twitter.
Seis días antes de unas elecciones legislativas en la que el Gobierno podría perder su control de Congreso, Aerolíneas Argentinas anunció un acuerdo con Boeing para la compra de 20 aviones 737 por 1.800 millones de dólares.
La compañía no reveló si cuenta con el financiamiento para la operación, en momentos en que el país mantiene un estricto control de cambios por una crisis de liquidez de divisas.
Los aviones comenzarían a ser entregados en el 2016, tras la conclusión del mandato de Fernández a fines del 2015.
"Para algunos el Estado está poniendo mucha plata. Pero las aerolíneas gastan miles de millones de dólares en mantenerse modernas y en Argentina el Estado invierte no para mantenerla, sino para transformarla", aseguró Recalde.
Durante su gestión la aerolínea aumentó frecuencias, sumó nuevos aviones a una flota que languidecía y espera ingresos de 2.000 millones de dólares este año desde 867 millones del 2009. Además volvió a ser miembro de la asociación internacional del transporte aéreo IATA y se integró a la red global SkyTeam.
Bajo la lupa Aerolíneas Argentinas es la mayor compañía aérea estatal de América Latina y, como la venezolana Conviasa, recibe ayuda financiera del Gobierno.
Dentro de las ayudas a la compañía, el Gobierno fijó en marzo del año pasado precios máximos para el combustible de aviación y dispuso que todos los funcionarios públicos utilicen Aerolíneas Argentinas para viajes laborales.
La aerolínea controla un 82 por ciento del mercado de vuelos domésticos, tiene 11.000 empleados y una flota de 58 aviones formada Boeing 737, Embraer 190, Airbus A330 y A340 que vuelan a destinos como Madrid, Barcelona, Roma, Sydney y Miami.
Legisladores opositores y sindicalistas críticos aseguran que la empresa busca controlar por completo el mercado de vuelos domésticos para reducir su dependencia de los subsidios estatales, cada vez más difíciles de sostener para el Estado.
Y aseguran que la única manera de lograrlo es sacando del mercado a su principal rival, la unidad local de la aerolínea chilena LAN.
"Su lógica es tratar de ser monopólicos para ser imprescindibles. LAN es un mal ejemplo para Aerolíneas, que no quiebra porque el Estado pone el dinero todo el tiempo", dijo el jefe de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) y ex subsecretario de Transporte Aerocomercial, Ricardo Cirielli.
"LAN es eficiente, rentable, da un buen servicio y le sale cero pesos a los argentinos", agregó.
En una reciente orden que terminó en un conflicto judicial, el regulador aeroportuario ordenó a LAN Argentina abandonar un hangar en un aeropuerto de vuelos domésticos de Buenos Aires vital para sus operaciones. Recalde dijo que Aerolíneas Argentinas no tuvo nada que ver con la decisión del regulador.
Pero, en un país donde las decisiones están centralizadas en la presidenta Fernández, la orden del regulador despertó las críticas de opositores y sindicalistas, que acusan a la empresa de estar asediando a LAN para buscar el monopolio doméstico.
Por medios de comunicación y redes sociales se difundió un video grabado en el 2010 en el que Recalde asegura a un grupo de militantes oficialistas que había pedido a Fernández que quitara rutas a LAN. Aunque allí el funcionario dice que la presidenta se negó, la grabación no ayudó mucho al argumento del Gobierno.
"Ha habido una decisión intencionada de la conducción de Aerolíneas de concentrar y monopolizar el mercado para tratar de destruir la competencia. Es la única manera de tapar la ineficiencia y el déficit crónico", expresó el senador Morales.
El regulador explicó que había pedido el desalojo del hangar de LAN para reorganizar el espacio de la estación aeroportuaria. La justicia dictó posteriormente una orden cautelar que permite a la empresa permanecer en la terminal hasta que se expida sobre la cuestión de fondo.
LAN declinó hacer comentarios para esta nota.
"No se busca el monopolio y nos buscamos comparar", dijo Recalde. "Hoy en cabotaje (vuelos locales) la gente elige cada vez más Aerolíneas Argentinas porque estamos mejor en puntualidad, en conexiones, y tenemos aviones más modernos. La gente nos elige y tenemos los aviones llenos", aseguró. Fuente: Reuters