A pesar del cepo cambiario, los argentinos invierten cada vez más en el exterior y los ojos se posan sobre todo en el hemisferio norte. Hasta la presidente Cristina de Kirchner reconoció que los argentinos gastaron más de u$s 2 mil millones en propiedades en Estados Unidos. Las razones: mayor seguridad jurídica y precios accesibles con la posibilidad de que el valor de éstos crezca a futuro hasta un 100% más, como consecuencia de la crisis inmobiliaria que azotó al país en 2008. Y una rentabilidad que duplica a la que hoy se puede conseguir con las mismas transacciones en nuestro país.
Por ejemplo, para comprar un departamento de dos ambientes, con 65 m² y en buenas condiciones en el barrio de Palermo, se necesita una inversión promedio de u$s 126 mil (en pesos, tomando la cotización del dólar oficial a 5,86, la suma asciende a $ 703.200), teniendo en cuenta la comisión de la inmobiliaria, que ronda el 3%, y los gastos de escribanía cercanos al 2% del valor de la propiedad. Un inmueble de dichas características se pone en alquiler en $ 3.600; si la transacción se hace mediante una inmobiliaria, se le cobra al propietario por única vez una suma que equivale a un alquiler. Y si éste decide dejar en manos de la inmobiliaria la administración del bien, se cobra un 5% del alquiler por mes. De esta forma, el dueño recauda un total de $ 35.496 por año, es decir, sólo el 4,8% de ganancia sobre la inversión inicial.
Pero si este mismo ejemplo lo trasladamos a un departamento en Miami, la diferencia parece explicar la inclinación de los argentinos por invertir en Estados Unidos. Un inmueble de dos ambientes, en el centro de la ciudad, se puede conseguir a u$s 68.000, teniendo en cuenta los gastos inmobiliarios a la hora de comprar. El departamento se pone en alquiler a u$s 875, y se le cobra al propietario por única vez una comisión por renta del mismo valor del alquiler. Los valores por administración son similares a los de la Argentina, con un promedio del 4 % del total del alquiler. Las expensas son la diferencia, ya que en Estados Unidos el propietario es el encargado de pagarlas, lo que se estima en un gasto anual de u$s 2.500. Así, se logra una suma en el año de u$s 5.321, lo que equivale al 7,8% de ganancia sobre la inversión realizada. Casi el doble de la realizada en Buenos Aires.
Miami es una de las ciudades preferidas por los argentinos para vacacionar. En los 90 la ciudad del sur de la Florida fue una de las elegidas para invertir en ladrillos; la tendencia sufrió luego algunos parates, pero las transacciones se reactivaron en los últimos años. Es que en 2008 la burbuja inmobiliaria explotó y tuvo como epicentro a la ciudad de Miami. Eso hizo que rápidamente cayeran los precios y aun hoy se puedan adquirir propiedades al 50% de su valor real.
Desde que estalló la crisis en Estados Unidos a la fecha las propiedades subieron un 50% su precio, pero aún así se puede comprar un departamento con U$s 60.000, muy por debajo de la oferta que existe en Buenos Aires. Los precios en algunos casos, pueden en el corto plazo aumentar en un 100% su valor, ya que el mercado está en continuo crecimiento.
Este escenario hizo que los ojos de los argentinos se posaran en Estados Unidos. Y así lo demuestran los datos relevados por la consultora Reporte Inmobiliario, que afirman que los argentinos gastaron en el último año cerca de U$s 2 mil millones en adquirir inmuebles en Miami. El informe "Profile of International Home Buying Activity", que año tras año realiza la Asociación Nacional de Realtors de EE.UU.