La Casa Blanca admite que el acuerdo para evitar el default y reabrir el gobierno está "lejos"
El vocero del presidente de EEUU aseguró que Obama "saluda los esfuerzos bipartidistas" para aumentar el límite de la deuda antes del 17 de octubre. Sin embargo, los líderes demócratas y republicanos no logran coincidencias.
La Casa Blanca saludó, este martes, los esfuerzos bipartidarios en el Senado para lograr un acuerdo que reabra el gobierno estadounidense y permita elevar el techo de la deuda antes del plazo límite del jueves, pero advirtió de que la solución todavía está "lejos".
"Nos alientan los avances que hemos visto en el Senado, pero seguimos lejos de un acuerdo en este momento", dijo el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, en su rueda de prensa diaria. Poco antes, otra vocera de la Casa Blanca había adelantado el rechazo del gobierno de Barack Obama a una última propuesta de acuerdo trabajada por los republicanos que dominan la Cámara de Representantes, por las, a su juicio, inaceptables demandas en materia de cambios a la reforma sanitaria del mandatario, trasfondo del impasse que amenaza con hacer caer en default a Estados Unidos por primera vez en su historia.
"El presidente ha dicho reiteradamente que los congresistas no pueden reclamar un rescate por cumplir con su responsabilidad básica de aprobar un presupuesto y pagar las facturas de la nación", dijo la vocera de la Casa Blanca Amy Brundage.
"Desgraciadamente, la última propuesta de los republicanos de la Cámara de Representantes hace precisamente eso, en un intento partidista de apaciguar a un pequeño grupo de republicanos del (ultraconservador) Tea Party, que fueron los que en primer término forzaron el cierre del Gobierno", agregó.
Esta jornada de martes había comenzado con fuertes esperanzas de una solución próxima a la crisis que mantiene elGobierno administrativamente cerrado desde hace dos semanas y con la amenaza de cesación de pagos si no se eleva el techo de la deuda como tarde este jueves.
El motivo: un acuerdo diseñado por demócratas y republicanos del Senado que perfilaba una posibilidad de evitar el temido default del país al proporcionar suficientes fondos de forma temporal -hasta comienzos del año próximo- para poder mantener abierto el Gobierno a la par que se elevaba temporalmente el techo de la deuda, a condición de que mientras tanto continúen negociaciones presupuestarias.
La propuesta, que por el momento sólo ha sido parcialmente filtrada por la prensa estadounidense, fue saludada por Carney, que consideró que tiene "el potencial para solucionar esta crisis manufacturada". Pero noticias de que los republicanos que dominan la Cámara de Representantes pretendían presentar su propia propuesta, con exigencias más duras en materia de cambios a la reforma sanitaria, frenaron las esperanzas de muchos estadounidenses -y foráneos- que ven con creciente angustia cómo se acerca la temida fecha del 17 de octubre sin un acuerdo a la vista.
No está claro, sin embargo, si la propuesta de la Cámara baja cuenta siquiera con suficiente número de votos entre los propios congresistas para salir adelante. Y aun así, el líder demócrata del Senado, Harry Reid, ya ha advertido de que su Cámara no permitirá que esa propuesta siga adelante, con lo que surgen de nuevo enormes dudas acerca de la estrategia a seguir en momentos en que se cuenta ya en horas el plazo para que Estados Unidos entre en un default que, como han advertido numerosos expertos, tendrá "devastadoras" consecuencias para el propio país y para el resto del mundo.