Las esperanzas de acuerdo para evitar un default de EEUU se vuelven a diluir
El Gobierno estadounidense lleva 14 días parcialmente cerrado por la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas. Hay cientos de miles de funcionarios sin trabajar y sin recibir su salario.
Cuando el tiempo restante para que Estados Unidos entre en suspensión de pagos por primera vez en su historia se cuenta ya por horas ante la fecha límite de este jueves, las esperanzas de éxito de las intensas negociaciones que tienen lugar en el Capitolio para buscar un acuerdo que evite el default y permita reabrir el gobierno se volvieron a diluir este martes.
El aliento que se respiraba tanto desde el Capitolio como de la Casa Blanca después de que republicanos y demócratas lograran la víspera perfilar una propuesta que destrabara la crisis se vio súbitamente cortado cuando se conoció hoy que los republicanos de la Cámara de Representantes quieren promover su propia iniciativa, más dura de nuevo en sus exigencias en materia de cambios a la reforma sanitaria del presidente Barack Obama.
La iniciativa de compromiso del Senado prevé, según la prensa que la filtró previa a su votación, prevista para hoy mismo, la financiación del gobierno hasta el 15 de enero y un aumento del techo de la deuda pública hasta el 7 de febrero (una semana menos de lo inicialmente negociado).
Asimismo, requiere que se lance una nueva ronda de negociaciones presupuestarias antes del 15 de enero, fecha en la que entra en vigor la nueva ronda de recortes automáticos del gasto por la falta de acuerdo en el Capitolio, y que según "The Washington Post" prevé recortar 20.000 millones de dólares más de las agencias estatales, especialmente del Pentágono.
El gobierno estadounidense lleva 14 días parcialmente cerrado por la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas para aprobar un nuevo presupuesto, lo que entre otros tiene desde entonces a cientos de miles de funcionarios sin trabajar y sin recibir su salario. Pero además, la economía norteamericana entrará en suspensión de pagos (default) si antes del jueves no se llega a un acuerdo para elevar el techo de deuda, situado ahora en 16,7 billones de dólares.
Si Estados Unidos entra en cese de pagos, no sólo se verá afectado el pago de intereses por su deuda sino también el de las pensiones y de los trabajadores del sector de servicios, así como de partidas destinadas a la asistencia médica de ancianos, discapacitados y personas con ingresos bajos.
La contrapropuesta de los congresistas republicanos para evitar esto, que fue filtrada hoy, mantiene las mismas fechas que la iniciativa del Senado, pero endurece las demandas en materia de reforma sanitaria.
Así, según los reportes, vuelve a reclamar el retraso en la implementación de un impuesto sobre equipos médicos y, además, exige la cancelación de subsidios sanitarios para miembros del Congreso y de la Casa Blanca, así como un endurecimiento de la verificación de los requisitos a cumplir por los ciudadanos para calificar para subsidios sanitarios.
La respuesta de la Casa Blanca no se hizo esperar y dejó claro que la negativa a renegociar cualquier aspecto clave de la reforma sanitaria es algo a lo que el presidente, Barack Obama, no renuncia.
"El presidente ha dicho reiteradamente que los congresistas no pueden reclamar un rescate por cumplir con su responsabilidad básica de aprobar un presupuesto y pagar las facturas de la nación", dijo una portavoz de la Casa Blanca, Amy Brundage.
"Desgraciadamente, la última propuesta de los republicanos de la Cámara de Representantes hace precisamente eso, en un intento partidista de apaciguar a un pequeño grupo de republicanos del (ultraconservador) Tea party que fueron los que en primer término forzaron el cierre del gobierno", agregó la portavoz.
También el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dejó claro que la propuesta republicana no tiene posibilidades de éxito en su cámara. "Republicanos extremistas en al Cámara de Representantes están tratando de torpedear los avances bipartidarios en el Senado. Su plan no puede pasar el Senado", tuiteó.
La reacción demócrata se conoció cuando el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, comparecía ante los medios para asegurar una vez más sus esfuerzos para "buscar un camino adelante de forma bipartidaria" que evite el default del país.
El presidente de EEUU, Barack Obama, junto al lider republicano Boehner.
Pero Boehner no ofreció una puerta al compromiso ni reveló si está dispuesto a permitir un voto de la propuesta bipartidista que elaboró la víspera el Senado y que había alentado las esperanzas de un acuerdo que evite el desastre que todos coinciden supondría un default.
Su contraparte demócrata, la líder de la minoría en la Cámara Baja Nancy Pelosi, acusó a Boehner inmediatamente de "sabotaje" de los esfuerzos bipartidarios.
"No lo entiendo, los republicanos quieren sabotear el trabajo bipartidario del Senado (...) esto va a ser muy costoso para el país", lamentó en rueda de prensa.
"Este sabotaje republicano de cualquier esfuerzo para avanzar es un lujo que el país no se puede permitir", insistió.
Su colega Steny Hoyer, número dos demócrata en la Cámara Baja, acusó a los congresistas republicanos entretanto de "arrancar una confrontación de las fauces de un acuerdo razonable".
Ambos congresistas, junto con el resto del liderazgo demócrata en la Cámara de Representantes, fueron convocados hoy mismo a la Casa Blanca, en un indicativo de que las negociaciones tienen aún un largo camino por recorrer, aunque el tiempo ya corra claramente en su contra. Fuente: DPA.de