Qué piensa la comunidad gay de los dichos del Papa Francisco
Los principales activistas por los derechos de homosexuales, lesbianas y trans en la Argentina manifiestan incredulidad por la supuesta apertura de la Iglesia; reclaman que se pronuncie en contra de la violencia por orientación sexual.
El papa Francisco volvió a pronunciarse en relación a temas sensibles para la Iglesia como la homosexualidad, el divorcio y el aborto. Habló de acompañar con misericordia a los homosexuales y a las mujeres que abortan -y que se arrepienten de hacerlo. "En esta vida Dios acompaña a las personas y es nuestro deber acompañarlas a partir de su condición. Hay que acompañar con misericordia. En Buenos Aires recibía cartas de personas homosexuales que son verdaderos «heridos sociales», porque me dicen que sienten que la Iglesia los ha condenado. Pero la Iglesia no quiere eso", dijo el papa Francisco. ¿Pero qué opinan referentes de la comunidad de Lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT) al respecto? ¿Hay una verdadera apertura de la Iglesia católica?
El presidente de la Federación Argentina de lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT), Esteban Paulón, consideró que el Papa está intentando mostrar un discurso de apertura porque la Iglesia ha perdido muchos seguidores en los últimos años por la mirada cerrada que tienen sobre la mayoría de los temas.
"El Papa evidentemente ha percibido que la disociación de las posiciones extremistas de la iglesia en relación a estos temas, y lo que el pueblo católico piensa han ido generando un divorcio cada vez más profundo de la Jerarquía con la sociedad. En ese sentido emite declaraciones que intentan achicar esa brecha, aunque siempre aclarando que el fondo de las cuestiones no se ha modificado", dijo a LA NACION.
Y enumeró las contradicciones que observa: "Aboga por una mayor apertura hacia las mujeres, pero no habilita el sacerdocio. Aboga por una mirada "misericordiosa" o "piadosa" hacia homosexuales pero recuerda que la posición de la iglesia no cambiará y es la contenida en el catecismo (castidad y encuentro en Dios). Dice que no hay que interferir con las vidas de los gays, pero en los países donde se debaten leyes de igualdad la Jerarquía católica hace un lobby feroz para que estas leyes no avancen (él mismo ha sido protagonista de esto en Argentina)".
Por otra parte, Paulón pidió que, al menos, la Iglesia garantice que no haya persecución y crímenes por orientación sexual. "Hay un gesto para la mirada pública intentando reconciliar determinadas posiciones, y creemos que en ese sentido no albergamos expectativas en relación al cambio en profundidad. Si tuvieran la voluntad cierta, se podrían avanzar en algún tipo de declaración pública y conjunta en el marco de las ONU condenando la persecución. No podemos avalar con el silencio, el voto y la complicidad en los crímenes por la elección sexual". Discriminación, violencia y muerte
El presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), César Cigliutti, también se refirió a la "misericordia". Según dijo, resulta al menos extraña esta recomendación ya que la misericordia es un sentimiento que todo cristiano debe tener para todas las personas. "Desde la CHA reiteramos el pedido al Vaticano del cambio de la definición de la homosexualidad como una "perversión" y como "una desviación de la naturaleza" que está en el catecismo y en todos los textos vaticanos", señala.
Este referente de la comunidad LGBT agrega: "No existe ninguna "misericordia" hacia nuestra comunidad en esta manera de definirnos que causa mucha discriminación, dolor y violencia hacia nuestra comunidad en todo el mundo".
La CHA también se refirió a las leyes del Matrimonio Igualitario, la despenalización del aborto y los métodos anticonceptivos. Dijo que es una función de los Estados aprobar y aplicar normas. No existe filosofía, religión, dogma, partido político que pueda justificar la vergonzosa desigualdad de las personas ante la ley.
Pedro Paradiso Sottile, secretario y coordinador del Área Jurídica de la CHA, apuntó: "En la CHA como Organización de Derechos Humanos, trabajamos desde hace 29 años por los derechos de nuestra comunidad lésbica, gay, travesti, transexual, bisexual e intersexual (GLTTBI). En la Argentina se aprobaron y existe la Unión Civil, el Matrimonio Igualitario, la Ley de Identidad de Género, la Fertilización Asistida y la Ley de Educación Sexual Integral. Por ello promovemos estados laicos, impulsamos políticas públicas concretas, creamos legislaciones inclusivas, luchamos por la libertad y la democracia sin ningún tipo de discriminación, contra todo fundamentalismo religioso y político que nos condena por nuestra orientación sexual e identidad de género". Sobre la misericordia de Francisco
Martín Boy, doctor en Ciencias Sociales e Investigador del Conicet y miembro del Grupo de Estudios sobre Sexualidades (GES) de la UBA, señaló: "La primera definición de la Real Academia Española define a la misericordia como "Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenos". Ante estos sentidos, ¿podemos hablar de una mayor apertura de esta ancestral institución religiosa hacia los dos grupos a los que Bergoglio aludió o estamos ante la reproducción de posicionamientos ya conocidos?".
Boy recordó que "el Papa Francisco fue el principal opositor a la aprobación del matrimonio igualitario en la Argentina en 2010 y su actual acercamiento misericordioso hacia los homosexuales no parece entrar en contradicción con aquellos días en los que sostenía que el diablo estaba metiendo la cola en pos de destruir a la familia, base de nuestra sociedad".
Este activista, miembro de la organización civil Capiüa, agregó que "Bergoglio no ve en los homosexuales sujetos de derechos, los piensa (y siente, quizás) a partir de compadecerse por el otro. Qué decir de las mujeres que abortan, casi la misma cantidad de mujeres que paren por año en la Argentina. Sólo un arrepentimiento profundo y sincero las acercaría a la Iglesia. Nuevamente, no estamos hablando de sujetos de derechos". Y concluye: "Las dos preguntas que subyacen son: ¿Bergoglio es el hombre de los cambios o es más de lo mismo? Si los fieles católicos emulan la misericordia de Francisco hacia los homosexuales y las mujeres que abortan y lo lamentan sinceramente, ¿estimularía la composición de un nuevo tejido social donde las diferencias y las decisiones personales sean reconocidas como derechos o se fortalecerían los estigmas que tanto conocemos? A las definiciones me remito".