El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, declaró ante el Consejo de Seguridad que el uso de armas químicas en Siria es un "crimen de guerra" y solicitó que se considere la amenaza de sanciones para respaldar un plan de destrucción de esas armas. Ban Ki-moon afirmó que deben considerar medidas que aseguren el desmantelamiento del arsenal químico sirio a través de una "clara resolución".
El jefe de Naciones Unidas realizó estos comentarios en consultas a puertas cerradas del órgano ejecutivo de 15 miembros de la ONU, en las que dijo que médicos encontraron gente muriendo en las calles luego del ataque con gas sarín del 21 de agosto, según le dijeron a AFP diplomáticos presentes en la reunión.
La unidad del Consejo, dijo Ban Ki-moon, es "crucial" frente a la gravedad de la crisis siria.
Asimismo, citó un párrafo del acuerdo entre Estados Unidos y Rusia en Ginebra según el cual, en caso de incumplimiento del plan, el Consejo "debería imponer medidas bajo el Capítulo VII de la Carta de la ONU", que prevé el uso de la fuerza.
Los inspectores encontraron pruebas del uso de gas sarín
Los inspectores de la ONU encontraron pruebas "claras y convincentes" del uso de gas sarín en el ataque del pasado 21 de agosto en las afueras de Damasco, en el que murieron unas 1.400 personas.
Así lo confirmaron los expertos independientes en la primera página del informe elaborado a partir de las evidencias que recogió el equipo liderado por el profesor Ake Sellstrom y que fue revelado hoy.