La interna del Partido Demócrata está que arde. Es que la situación en el único partido que realmente decidirá su cabeza de lista en las primarias se está poniendo cada vez más caldeada y ahora el candidato Eduardo Difonso rompió relaciones con el PRO de Mauricio Macri, espacio con el que los gansos mendocinos tienen una alianza.
Sucede que el aspirante al congreso y hermano del intendente de San Carlos está muy molesto por la relación que tienen los hombres de Macri con Luis Rosales, uno de sus contrincantes, y hasta se anima a pedir la renuncia a su cargo al presidente del partido Richard Battagión.
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El partido está mostrando una clara preferencia por un candidato, cuando debería dejar que sean los mendocinos los que elijan entre los tres postulantes del PD. Quiero que Battagión se decida si es macrista o demócrata, resaltó Difonso, visiblemente ofuscado.
Así, a la situación caldeada entre la conducción del partido y los hermanos Difonso se le sumó la gota que rebalsó el vaso: la visita de María Eugenia Vidal, vicejefa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y mano derecha de Macri. Sucede que la funcionaria sólo se mostró junto con Luis Rosales en Mendoza y, según dice Difonso, ni él ni el tercer candidato en disputa, Carlos Aguinaga, fueron invitados a participar de las actividades que se realizaron.
No queremos representar a Macri, queremos representar a los mendocinos. Rosales vivió 15 años en Buenos Aires y por eso es amigo de ellos, yo soy amigo de los mendocinos, indicó el ex senador provincial.
Finalmente, Difonso no sólo cargó contra Rosales por su cercanía con Macri, sino también por haber participado como funcionario peronista hace más de una década cuando era legislador del PD. Rosales es como Cobos, estuvo en el PJ y volvió, por lo que no se le puede creer que sea realmente opositor, sentenció.
Pese a esta ruptura, Difonso y su lista irán a las PASO en el marco de la alianza PD-PRO, ya que no está a tiempo de pedir a la Justicia Electoral un cambio de nombre.