Susana Trimarco, la madre de Marita Verón, llegó a nuestra provincia para firmar dos acuerdos con el Gobierno a fin de afianzar las políticas de lucha contra la trata de personas. En ese marco, la mujer que se convirtió en emblema de la denuncia y prevención de la esclavitud sexual confió que el principal sospechoso del secuestro de su hija tiene vínculos con la provincia.
Ruben Ale. |
Trimarco relató que Ale tiene vínculos en La Rioja, San Juan, Mendoza, Córdoba y Santa Fe. El tipo no es un perejil.
En tanto, en relación a la investigación del secuestro de Marita, Trimarco indicó que me dijeron que la trajeron a Mendoza y de acá la habrían llevado a Chile y con documentos falsos la trasladaron a España. Investigué a un ex agente de la SIDE (Raúl) Martins, que estaba relacionado con un tal Olguín y otros policías corruptos de Mendoza que llevaban a las chicas a Chile, a México donde las vendían con documentos falsos.
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Trimarco, Pérez y Elizalde. |
En tanto, en relación a las redes de trata que operarían en Mendoza, el gobernador Francisco Pérez sostuvo que hay distintos nexos de investigación que trabajamos con la Justicia Federal, pero no habló de cifras, aunque remarcó que en 30 años sólo hubo una condena contra este delito.
De todas maneras, el mandatario sostuvo que aún hay miedo a la denuncia y pocas llamadas al 0800.
¿Quién es Ale?
Ale, conocido desde la década del 80 por sus vínculos con la política y el fútbol y sospechado de fomentar la prostitución, el tráfico de drogas, usurpación de tierras fue señalado por varios testigos de la causa Verón como el dueño del vehículo en el que secuestraron a Marita en abril de 2002.
Amenaza Por otro lado, Trimarco dio a conocer una amenaza de muerte que sufrió ayer tanto ella como su nieta.Llamaron a mi nieta a mi casa y preguntaron por la Fundación y después le dijeron que me iban a matar a mí y a ella. En ese momento, estaba en el cementerio visitando a mi marido, y en el camino hacia mi casa me llamaron a mí y me volvieron a amenazar. Eran números distintos, como yo no tengo miedo, volvieron a llamar a mi nieta y le dijeron que me habían secuestrado. Estoy acostumbrada a estas amenazas, las hacen siempre, y yo sé que es son algunos policías de Tucumán, explicó Susana.