Independiente Rivadavia no es el mismo equipo que hace varias fechas atrás. Con las malas actuaciones y peores resultados, el equipo del Parque buscaba cerrar el año de la mejor manera posible, consiguiendo los tres puntos en su casa y frente a Patronato de Paraná.
Así, el encuentro comenzó de manera confusa, ya que los primeros 15 fue un desorden por parte de los dos conjuntos. Ninguno intentaba generar juego, y la pelota se disputaba en el centro del campo a puros pelotazos. Sin embargo, y después de un par de jugadas leprosas, los dirigidos por Del Bosco empezaron a manejar el encuentro y crear situaciones de riesgo.
A pesar de esto, los paranaenses eran los que tenían las ocasiones más claras, cuando de contragolpe y aprovechándose de la siempre débil defensa azul hacían zozobrar el arco de Taborda, que se convertía de a poco en figura. Con todo, Independiente dejó la mejor cara al final del PT, a pesar de que la parte inicial pudo haber sido para cualquiera de los dos.
Ya en el complemento, el once local continuó con la iniciativa, y la entrada de Alfio Lorenzo por Martín Gómez ayudó a darle movilidad al mediocampo, ya que al juntarse el juvenil con Nanía y hacían el ataque de Independiente más dinámico.
Pero, una vez más, la defensa iba a ser el karma de la Lepra. Con una marca deficiente, el Chaca Bustos cabeceó solo y abrió el marcador a los 27 de la parte final para los conducidos por la dupla de Madero y Marini.
Independiente necesitaba ganar. Y por eso continuó atacando, como podía, y metiendo más gente en el área rival. De esta forma estuvo a punto de empatarlo, con una palomita de Piriz Alves que Bértoli supo despejar al tiro de esquina. A los pocos minutos, Lorenzo buscó el gol desde lejos, pero el arquero del conjunto entrerriano contuvo de nuevo.
Nada de esto alcanzó, y menos con la actuación del árbitro Andrés Merlos, que condicionó el partido durante los 90, no cobrando innumerables faltas para el Azul.
De esta manera, Independiente finalizó el año con otra derrota, y deberá plantearse varias cosas para la segunda mitad del campeonato, principalmente, la modificación de la última línea, responsable de muchos puntos perdidos a lo largo de las últimas jornadas.