Con la suba de tasas, los mendocinos vuelven al plazo fijo para darle batalla a la inflación
Por Miguel Flores.
El dinero puesto en plazos fijos ya no va. Por qué las Letras de Capitalización, según los expertos, vienen a reemplazarlos
Que la tasa de interés se haya "tocado" 4 veces para sumar 7 puntos en lo que va del año como parte de una política monetaria que corre detrás de la inflación parece suficiente. Al menos para los pequeños y medianos inversores en Mendoza, que responden a la pretensión del Banco Central: posicionar su capital en pesos en vez de dólares, a través de los depósitos a plazo fijo.
Desde el martes 18, un PF de hasta $10 millones paga 46% de TNA (Tasa Nominal Anual), lo que significa un rendimiento mensual de 3,8%. Al menos tres escalones por encima de aquel 39% que trajeron los Reyes Magos el 7 de enero (dos puntos más que en diciembre), y cuando la trepada inflacionaria que ya llegó al 16% en el primer trimestre todavía estaba por verse.
"Aunque no es algo explosivo todavía, se ha incrementado la demanda sobre todo de depósitos a tasa fija", admite Gustavo Irusta, gerente zonal del Banco Nación, donde el crecimiento intermensual hasta esta semana acumula 6% entre renovaciones y aperturas de nuevos depósitos.
Claro que desde principios del 2022 la competencia se concentra entre los PF tradicionales y los ajustables en UVA. Y si bien los depósitos a tasa fija son 22% mayores a los de fines del 2021, los que se actualizan por inflación captan montos superiores: el promedio es de $1 millón, contra $450 mil de los clásicos.
Por su parte, desde el Supervielle, uno de los más activos de la plaza entre cartera de cuentas sueldo y jubilados, acreditan "un crecimiento del stock de PF desde marzo a la fecha del 5,5%".
Esa variación se refleja en cifras importantes. Sin discriminar participación entre los depósitos tradicionales y ajustables en UVA's, justamente los de mayor crecimiento en los últimos meses, con las últimas altas de abril el banco registra un monto promedio de $525 mil.
Otra ecuación y un mercado repartido
Es la fisonomía de un mercado donde algo cambió: en la pelea para captar depósitos los bancos ya no buscan hacer diferencia con un plus de interés, que según el caso oscilaba en su momento entre 1 y 3 puntos extra.
Mayoritariamente hoy la tasa adicional es 0. Al desaparecer el crédito UVA, ninguna entidad ve un negocio en pagar un interés que no puede compensar con los préstamos. En resumen, la misma inflación modificó la ecuación, pero no lo necesario como para aplacar su atractivo.
Según Diego Ruggeri, responsable en Mendoza del Banco Galicia "entre las herramientas de inversión conservadoras, es la que más resguarda y acompaña la inversión en este momento". Con todo, el ejecutivo considera que la opción de colocar capital a plazo fijo "si bien sigue estando descalzada en términos de inflación, continuará aumentando".
Si bien el "retoque" de tasa le da nuevo aire a los depósitos, se confirma una tendencia patente en el transcurso del 2022: a fuerza de la decisión del BCRA, se sostiene como contrapeso del dólar, el otro destino de muchos pequeños ahorristas. Y de buena parte del sector privado, que "recalienta" las colocaciones a partir de febrero de la mano de remuneraciones como el pago de bonos anuales.
"No queda mucho margen de maniobra en el spread entre bancos para competir, todo pasa por la tasa de referencia dada por el Central, tanto pasiva como activa. Así y todo, es esperable que se sostenga una estrategia agresiva de suba para empardar a la inflación, y sea atractivo quedar en pesos y no recurrir a la compra de dólares", resume Ruggeri, para quien la demanda se reparte un 30/70 entre PF y fondos de inversión, que incluyen a la divisa norteamericana (vía dólar MEP o Bolsa).