¿Cómo ayudar a alguien que sufre un ACV?

Descompensación, fuertes dolores de cabeza, ceguera o dificultades para hablar, son algunos de los síntomas de un accidente cerebro vascular. Este mal puede afectar a jóvenes desde los 15 años.

Por Sección Sociedad
El ataque cerebro vascular (ACV) en los jóvenes, entre los 15 y 45 años, puede suceder y es diferente del de los adultos mayores. Si bien los síntomas son similares (aparición súbita y brusca de debilidad en una parte del cuerpo, imposibilidad para hablar o entender, dificultad en la marcha o el equilibrio, ceguera de uno o en ambos ojos, dolor de cabeza intenso) y requieren de asistencia médica urgente, las causas del ACV son radicalmente diferentes.

A diferencia del adulto mayor, en los jóvenes la incidencia de ACV isquémico (falta de sangre por vaso tapado) y de ACV hemorrágico, que ocurre cuando un vaso sanguíneo en parte del cerebro se debilita y se rompe, provocando que la sangre se escape hacia el cerebro, es casi igual, mientras que en los primeros es más común la isquemia.

Las causas de ACV isquémico son bastante más variadas y representan un desafío para el neurólogo. Podríamos clasificarlas de diversas maneras, pero la más común es la que presenta el vaso tapado. Así tenemos: cardioembolia en el 30% de los casos (problemas en válvulas cardíacas); arteriosclerosis precoz en el 25% (factores de riesgo vascular, mayor en el grupo de 30– 40 años); vasculopatía no arteriosclerótica en el 20% (disección arterial extra craneana, producida por drogas de abuso como la cocaína – en cerca del 10% de todos los ACV en los jóvenes); alteraciones de la coagulación en el 10%, y un 20% de casos indeterminados.

¿Qué hacer en caso de emergencia?
Si una persona presenta síntomas que podrían referir a que está sufriendo un ACV, lo que se debe hacer es llamar al sistema de emergencias público (911 o 107) o al de la cobertura médica. Si no hay alteraciones de conciencia, se puede ir al centro de salud más cercano que tenga tomografía computada y capacidad de tratamiento fibrinolítico.

Allí, se evaluarán las funciones vitales del paciente y se le hará una tomografía computada para diferenciar si se trata de un ACV isquémico o hemorrágico. En caso de que sea hemorrágico se deberá contactar con un equipo de neurocirugía, pero si se trata de una isquemia y está dentro de las primeras cuatro horas y media, se le indicará una droga fibrinolítica (rTPA) que “destapa la arteria” destruyendo el coágulo. Esta medicación es considerada un estándar de cuidado y, cuando está indicada, no debe ser omitida.

Pasada esta etapa, se internará al paciente en una Unidad de Ataque Cerebral y, de no haber complicaciones, será trasladado en aproximadamente cinco días a su casa o a un centro de rehabilitación. Se realizarán estudios acerca de la causa del ACV y se elegirá el mejor tratamiento para la recuperación.

¡Dato! En la actualidad se están investigando nuevas drogas fibrinolíticas y factores neurotróficos con acción neuroprotectora como cerebrolysin, que promueven la regeneración neuronal.


Asesoró para Para Tí: Dr. Ignacio J. Previgliano. Prof. Asoc. de Medicina – Universidad Maimónides. Especialista en Neurología y Terapia Intensiva. Jefe de Unidad de Neurointensivismo y Gestión en Procuración de Órganos y Tejidos para Trasplante – Hospital Gral. de Agudos J. A. Fernández e Instituto de Trasplante de Buenos Aires – GCBA. Presidente Sociedad Argentina de Terapia Intensiva.

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