Vinos más caros: en agosto arrancaron hasta 15% arriba y bodegas pretenden ajustes mensuales
A 5 meses de iniciarse la cuarententa por el Covid-19, las bodegas quieren recuperar terreno en lo que a márgenes se refiere. Es que luego de un primer semestre que acompañó el comportamiento del consumo en medio de la pandemia, el segundo arrancó con tendencia alcista: vinerías y restaurantes vienen de recibir en julio nuevas listas con hasta 10% en distintas líneas, y arrancan agosto con otra actualización que oscila entre el 12 y 15%. E incluso las bodegas aspiran a que el Gobierno las autorice a seguir con "retoques" mensuales.
En julio, entre las que lideraron la movida cabe mencionar a Trumpeter (Rutini Wines), Santa Julia (Familia Zuccardi) y Millán, entre otras. Desde el 1 de agosto, al menos una decena de bodegas hacen lo propio, y se espera que otro grupo siga sus pasos a partir de setiembre.
"No sólo cambian los precios sino también las condiciones de venta y formas de pago. Veníamos de un pico de demanda entre abril y el día del padre en junio, que luego se estabilizó, lo cual da lugar a una sobreoferta y un mercado atomizado. Igual nadie quiere rezagarse con los precios; hasta creo que hubo un "teléfono negro" con el cual se acordaron los porcentajes".
El comentario corresponde al dueño de una de las más reconocidas vinotecas del Gran Mendoza, y bien podría ser el de varias otras que atraviesan la misma situación. En el medio, aparecen otros factores para justificar las subas como cierta escasez de insumos indispensables como las botellas.
El sector gastronómico corrobora el incremento de costos incluso desde fines de junio. Según reseña Fernando Barbera, titular de Aehga (Asociación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos) "este mes rondan un 10%, pero en junio también hubo un aumento de entre el 10 y 15%".
En busca de ajustes mensuales
Así, en la nómina de agosto aparecen Atamisque, Los Haroldos (su línea hómonima ya supera los $400), Zuccardi (el clásico Santa Julia parte de $260), Luigi Bosca y Andeluna Wines. Pero también grupo Peñaflor (actualizó entre 5% y 12% incluso bebidas blancas) y Nieto Senetiner/Grupo Molinos (incluye a Ruca Malén y Viña Cobos), cuya línea Emilia ya supera los $240, y Catena (Esmeralda, Escorihuela y Catena Zapata) que eligió hacerlo por "goteo" a un ritmo del 6/8% mes a mes.
Sin embargo, el sector viene también de un planteo institucional luego de que la Secretaría de Comercio de la Nación autorizara un alza promedio del 4% en marzo, antes de declararse la pandemia. "Muchas listas no las tomaron con el argumento de acompañar la reactivación, con lo cual varias bodegas venían sin cambios desde el año pasado. Por eso hicimos una presentación porque el atraso es importante", señaló Patricia Ortiz, presidenta de Bodegas de Argentina, a Sitio Andino.
Según Ortiz, "se pidió una revisión mensual,porque no alcanza. Se necesita ir acomodando los precios, algunos vinos cuestan menos que una gaseosa. El planteo es recuperar un poco el valor para no quedar fuera de mercado, incluso para las exportadoras que podrían llegar a retirar las marcas. Pero tampoco subir demasiado como para que los productos dejen de tener rotación".
Agosto: subas sin distinción de envases
La entidad que agrupa a 250 firmas de todo el país emitió a fines de julio un informe que señala, pese a la mejora del consumo, una caída de la facturación durante el primer semestre de la mano de un -15% interanual precio promedio en el mercado interno, que según BA, ronda los $500. Y lo atribuye a una menor "premiumización" de los vinos argentinos.
Tal vez por eso, al cabo de los primeros diez días de agosto, las nuevas listas de precios no se limitan a un nicho de negocio ni perfil de bodega o grupo vitivinícola particular. De hecho, atraviesan tanto a establecimientos con mayor presencia en el mercado masivo como a los más diversificados.
"Aún sin turismo internacional que era fuerte en Mendoza, actualmente el consumo está entre botellas de $200 a $1.000. Por supuesto, lo que más ha crecido son los vinos de hasta $350, que representan un 90% de la facturación. Hay una demanda fuerte de vinos más económicos; ni en vinotecas, ni en gastronomía ni por canal online superan ese nivel de precio", afirma Paulo Casazza, de Gran Casa Vinos.
Entre grandes distribuidores y puntos de venta coinciden en la sensación de que tras el repunte de consumo entre abril, mayo y junio, durante julio y agosto las bodegas buscan recuperar márgenes perdidos. Y arrancan el octavo mes del año en 8% para los vinos que son base de la pirámide (entry-level) o más accesibles y el máximo (por ahora 15%) para los de segmentos más altos ($400 o más).
Lo cierto es que tampoco hay excepciones por tipo de envases. Por caso, el reducido lote de bodegas que aún apuestan por las damajuanas aumentaron alrededor del 8%, lo que según el caso significa de $30 a $40 más que el mes pasado. Tampoco se salva el BIB (Bag-In-Box) el "benjamin" de los multilaminados, que también se ajustó en el orden del 15%.
