"Entre navajas y secretos": el cine hecho un juego de mesa
Un juego de mesa hecho película. Así podemos definir a "Entre navajas y secretos". Estamos ante el típico film de "descubre quién fue el asesino" al mejor estilo Clue. El patriarca de la familia Thrombey, un famoso escritor de novelas negras, es encontrado muerto justo en el día de su cumpleaños número 85. ¿Suicidio? ¿Asesinato?
Dentro de un elenco atiborrado de estrellas, sobresalen las actuaciones de Christopher Plummer como el novelista muerto y de Daniel Craig - sí, el agente 007 - como el inspector Benoit Blanc. Él será el encargado de inmiscuirse en las profundidades del caso para sacar a flote la verdad. En el medio, dinero - mucho dinero - una mansión y los derechos de una obra millonaria. Motivos más que suficientes para pensar que el cuello del hombre quizás no se cortó solo.
El director Rian Johnson dispuso de un plantel variopinto con Chris Evans, Jamie Lee Curtis, Toni Collette, Don Johnson y Michael Shannon. La cubana Ana de Armas brilla en el rol protagónico de esa enfermera que sabe más de lo que cuenta.
El guion - también a cargo de Johnson - nos permite formar conjeturas que después tenemos que arrancar de raíz. De aquí el carácter lúdico de esta obra más que disfrutable. No solo la estamos viendo, sino que somos parte.
Es de esas películas largas que, por su dinamismo, parecen de media hora. Un relato a lo Agatha Christie, lleno de sarcasmo. Una sátira al género detectivesco con todos sus clichés adornados en un falso ambiente de muerte y desesperación. Una puesta en escena que bien puede ser un tablero de juego.
El relato va y viene en el tiempo haciéndose cargo del punto de vista de los distintos personajes. Todos, absolutamente todos, tienen algún motivo para asesinar al millonario autor. El acierto está en mantener la intriga sin pasar por alto que - después de todo - se trata de una comedia. Toda una escuela en el arte de divertir, pero con la tensión por las nubes.