El presidente Alberto Fernández atribuyó a las últimas gestiones de la provincia de Buenos Aires y de la Nación los problemas de infraestructura estatal para enfrentar la pandemia de coronavirus.
El presidente Alberto Fernández atribuyó a las últimas gestiones de la provincia de Buenos Aires y de la Nación los problemas de infraestructura estatal para enfrentar la pandemia de coronavirus.
"Odio volver a hablar del pasado. Se saturan las páginas, las consultas no se pueden hacer por internet. Pero, ¿tienen presente que por cuatro años tuvimos una gobernadora que decía que no iba a abrir un hospital más en la Provincia de Buenos Aires? ¿Que tuvimos un gobierno que convirtió el Ministerio de Salud en Secretaría, y que hizo lo mismo con el ministerio de Trabajo? Fue un proceso de degradación del Estado enorme", dijo el Presidente.
Había sido consultado, en radio Rivadavia, por los masivos problemas en la distribución de las ayudas sociales y económicas del Estado por medios digitales.
Además Fernández aseguró que el Gobierno ya trajo al 90 por ciento de los ciudadanos varados fuera del país y explicó que los que aún permanecen allí son "son argentinos que fueron a probar suerte" y que "se dieron cuenta que en el exterior todo estalló.
No obstante, durante una entrevista con radio Rivadavia, dejó en claro que "son bienvenidos" y que en la medida en que se puedan despachar vuelos, serán traídos al país.
También sostuvo que para que la flexibilización del aislamiento social, preventivo y obligatorio funcione "tiene que haber una responsabilidad de la gente" para que esas medidas de apertura no se retrotraigan, en declaraciones a Radio Rivadavia.
Admitió también que por la pandemia de coronavirus habrá una caída de entre cinco y seis puntos" en el PBI durante este año, pero aclaró que "se podrá recuperar la actividad si se privilegia la producción en vez de la especulación".
El presidente opinó sobre "las dos acordadas de la (Cámara de) Casación fueron correctas" y que después no sabe "cómo las interpretaron" los jueces para otorgar prisiones domiciliarias, ya que fueron "acordes a recomendaciones de organismos de derechos humanos".
Durante una entrevista con radio Rivadavia, el jefe de Estado explicó que esos beneficios debían darse a segmentos determinados y dejó en claro que quienes no lo hicieron así, lo hicieron "mal".