La fiscal María de las Mercedes Moya, de la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual, envió al penal al hombre identificado con las iniciales R. C. -no se revela su identidad por pedido de los investigadores- luego de una rueda de reconocimiento lograda el viernes.
El resultado de la medida fue positivo porque la chica, víctima del primer abuso ocurrido el sábado 19 de octubre, lo identificó como uno de los autores del ataque. Según esa primera denuncia, la víctima caminaba en soledad por calle Montenegro de El Vergel cuando al menos tres individuos la redujeron, la llevaron por la fuerza en un auto gris y luego la violaron. A la chica también le robaron un celular tras abandonarla.
Tras diferentes medidas llevadas delante, los efectivos de Investigaciones detuvieron a uno de los acusados y también secuestraron un VW Fox gris. En ese rodado, sostiene la reconstrucción, los individuos se movilizaban para atacar a las víctimas. El rodado posee unos calcos "bastante particulares" en la luneta, por lo que pudieron individualizarlo rápidamente.
Además, los policías encontraron el teléfono de la joven y quedó a disposición de las autoridades. En cuanto al sospechoso, la víctima lo señaló como el conductor del rodado, además de ser el que también la vejó.
Por ese motivo y porque tenía antecedentes, el individuo fue enviado a la cárcel por los delitos de abuso sexual agravado por acceso carnal y con los agravantes de haber sido cometido por dos o más personas, por utilizar arma de fuego y, además, por robarle el celular a la víctima.
Ahora, explicaron, que esperan por los resultados respecto a un par de medidas que dispusieron y también a otras ruedas de reconocimiento que se realizarán con al menos otras dos víctimas de ataques similares, entre ellas, la que fue abusada con un pedazo de ladrillo el domingo 10 de noviembre en El Vergel.
Esto porque la principal hipótesis sostiene que esas violaciones fueron cometidas por el mismo grupo de individuos, de los cuales está detenido uno y resta atrapar al resto de la banda.
Respecto a ese abuso, la reconstrucción sostiene que la chica de 21 años fue abordada luego de dejar a su hijo en la casa de los abuelos en calle La Menta de El Vergel.
Una vez que se retiró del domicilio, caminó algunos metros y esta vez fueron dos individuos los que la interceptaron por la espalda.
La cubrieron con una manta y la introdujeron a un vehículo, donde la llevaron hasta un descampado donde la desnudaron. Al ver que estaba indispuesta, los agresores tomaron un pedazo de la ladrilló y la abusaron con ese elemento durante varios minutos.
Tras la agresión sexual, según contó la víctima, los autores la llevaron en el rodado hasta la misma calle La Menta y la dejaron en soledad.
Cómo lo atraparon
La investigación se tornó "complicada" desde un principio porque los agresores se caracterizaban por actuar en lugares donde no habían testigos ni cámaras. Además porque las chicas se encontraban en soledad y esto dificultaba las tareas propias de dicha División.
Además de la dificultad de los sabuesos de saber que, si no los detenían, lo más probable es que los hechos iban a seguir sucediendo y de manera más violenta. Por esa razón, las autoridades judiciales destacaron la "excelente" labor y seguimiento realizado por el personal de Investigaciones.
Luego de diferentes tareas de inteligencia, desarrolladas en la escena, con testigos y búsqueda de hechos similares, fue que se acercaron a uno de los posibles autores. Una vez con información más precisa, encontraron el vehículo usado y, tras obtener algunas imágenes de diferentes cámaras de seguridad, confirmaron la participación en el primer hecho.
De esa manera la fiscal pidió al menos tres allanamientos -realizados en Guaymallén y Lavalle- en donde encontraron y secuestraron el VW Fox y el celular de la chica vejada, el cual había sido utilizado posteriormente por el delincuente.
Además de esa información, los pesquisas supieron que se trataba de ese sospechoso porque ya tenía una condena previa por un robo y abuso sexual ocurrido hace años en San Martín. Y porque su modo de actuar era similar en todos los casos donde, después de abusar a sus víctimas, les robaba las pertenencias.
Por otro lado, sus características físicas coincidieron con las aportadas por al menos una de las víctimas, quien lo describió como un individuo de 1,65 metros de altura, de tez blanca y ojos claros. Que era "gordo", de cabello corto y lacio. También aportó que el día del abuso llevaba un pantalón azul y una remera blanca.
Luego de reunir todas las pruebas lo capturaron y ahora están tratando de identificar al resto de la banda para poder detener a los cómplices.
