Paro general

Todo sobre el 25S: la racha de Macri, la división de la CGT y el rol de la CTA

Por Sección Política

El próximo paro general convocado por la CGT será el cuarto desde que Mauricio Macri asumió la presidencia en diciembre de 2015, con lo que su gobierno tendrá desde el martes un promedio de una medida de fuerza a nivel nacional en su contra, cada poco más de ocho meses.

A 34 meses del inicio de su gestión, el gobierno de Macri es, desde el regreso de la democracia en 1983, el cuarto gobierno con mayor promedio de paros generales, detrás de los de Raúl Alfonsín (un paro cada cinco meses: 13 en total durante su mandato); le siguen los mandatos incompletos de Eduardo Duhalde, que sufrió un paro cada cinco meses (fueron tres huelgas), y la gestión de Fernando De la Rúa, que tuvo un paro cada dos meses: en total le hicieron nueve.

La primera huelga general contra Macri fue el 6 de abril de 2017, duró 24 horas y no incluyó marchas ni movilizaciones; en cualquier caso, tuvo una adhesión parcial ya que no se plegaron a la medida de fuerza peones rurales, trabajadores del caucho y del vidrio, entre otros; ni tampoco otras agrupaciones de peso, como gastronómicos porteños, petroleros y un sector de los taxistas.

En aquella oportunidad, Héctor Daer, secretario general del sindicato de Sanidad y triunviro de la CGT, argumentó que la medida respondía a que los argentinos habían perdido "poder adquisitivo, puestos de trabajo y sufrido la caída del consumo, sumado a la llegada de cantidades de productos importados".

El segundo de los paros generales contra Macri llegó el 18 de diciembre de ese mismo año.

Convocado por 24 horas, fue en contra de la política económica y el proyecto de ley de reforma previsional, finalmente aprobado por el Congreso, y recordado por el feroz enfrentamiento entre manifestantes y fuerzas de seguridad en la Plaza del Congreso.

Aquella medida tuvo una doble particularidad: fue anunciada por la CGT con apenas una hora y media de antelación, y comenzó a las 12 del mediodía, por lo que para garantizar que los trabajadores pudieran volver a sus hogares, los gremialistas decidieron que subtes, colectivos y trenes funcionarán habitualmente hasta la medianoche.

La última de las huelgas generales que realizó la CGT por 24 horas ocurrió el pasado 25 de junio y fue la de mayor convocatoria: no sólo adhirieron los cinco gremios con mayor cantidad de afiliados del país (Comercio, UOCRA, UPCN, Gastronómicos y UOM), sino también las organizaciones del transporte de pasajeros (UTA, Estaciones de Servicio, Aeronavegantes, La Fraternidad, Unión Ferroviaria, Metrodelegados y Peones de Taxi, un factor decisivo para el éxito de un paro.

A esto también, hubo que sumar las protestas convocadas por distintas agrupaciones gremiales combativas y partidos de izquierda que realizaron unos 20 cortes de tránsito en todo el país, de los cuales seis tuvieron lugar en el área metropolitana de Buenos Aires.

El paro del próximo martes lleva como consigna "la defensa del empleo y el salario, el rechazo al ajuste y el endeudamiento, la rectificación del plan económico y un pedido a poner como eje central a la seguridad social", y aspira a igualar, o incluso superar, la contundencia de las anteriores medidas de fuerza.

A la ya confirmada adhesión de los gremios del transporte y los llamados "gordos" de la CGT se suman los gremios hoy enfrentados a la cúpula de la CGT, como es el caso de camioneros, bancarios, mecánicos y canillitas, entre otros) y de las tres CTA, que además convocaron para mañana a marchas y movilizaciones al centro porteño.

Divisiones

La CGT realizará este martes su cuarto paro general durante la gestión de Mauricio Macri en repudio a la situación económica y social que atraviesa el país, en medio de divisiones entre los sectores más "dialoguistas" y los más "combativos", y que contará con la adhesión de las tres CTA, que arrancarán mañana con su protesta.

Si bien existen coincidencias entre todas las vertientes del sindicalismo en el rechazo a la gestión del Gobierno en el marco de la recesión que vive la Argentina, las diferencias salen a la luz a la hora de definir el nivel de confrontación a seguir ante el Gobierno.

Casi como la interna que atraviesa al peronismo, el gremialismo también se divide entre opositores "dialoguistas" y "duros", donde los primeros buscan seguir manteniendo canales de diálogo con la Casa Rosada y los segundos apuestan a una escalada en conflicto con el oficialismo mediante más protestas y huelgas.

En el bando de los moderados se ubican el triunvirato de la CGT (Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña) y los referentes de los grandes gremios, conocidos como los "gordos" (Armando Cavalieri, de Comercio, y Rodolfo Daer, de Alimentación) y los "independientes" (Gerardo Martínez, de UOCRA; Andrés Rodríguez, de UPCN, y José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias).

También siguen una postura similar el grupo de gremios del MASA (entre ellos Omar Viviani, de Peones de Taxis, y Sergio Sasia, de la Unión Ferroviaria) y los dirigentes que tomaron distancia de Hugo Moyano, como Julio Piumato (Judiciales), Jorge Sola (Seguros) y Abel Frutos (Panaderos).

En la vereda de enfrente se encuentran, con una postura más confrontativa hacia el macrismo, Hugo y Pablo Moyano (Camioneros), secundados por el bancario Sergio Palazzo y el titular del SMATA, Ricardo Pignanelli, y acompañados además por Pablo Biró (Pilotos), Ricardo Cirielli (Técnicos Aeronaúticos), Omar Plaini (Canillitas), Miguel Ángel Díaz (UDOCBA), Leandro Fabre (APOPS) y Horacio Valdez (Vidrio).

Fuera de la CGT, mantienen también una posición "dura" los referentes de las tres CTA (Hugo Yasky, Pablo Micheli y Ricardo Peidro), como además los secretarios generales de los gremios que la integran, entre ellos Roberto Baradel, de Suteba; Hugo "Cachorro" Godoy, de ATE; y Roberto Pianelli, de los Metrodelegados.

Los pronunciamientos tanto de los moderados como de los combativos coinciden en el diagnóstico de rechazo a las políticas del Gobierno, haciendo foco en la pérdida del poder adquisitivo; en la alta inflación y en el ajuste que ensaya la Casa Rosada para asegurarse el financiamiento del FMI.

Ante eso, los moderados evitan profundizar el enfrentamiento y lo minimizan hablando de "matices" a la hora de calificar las diferencias.

Este sector dialoguista ya explora la posibilidad de reunirse con representantes del Gobierno tras el paro del martes, luego del encuentro que se canceló la semana pasada con el ministro de Producción, Dante Sica.

En cambio, los "combativos" ya anunciaron una nueva protesta para después de la huelga, ya que marcharán a la Basílica de Luján el 20 de octubre para pedir a la Virgen María "por los chicos que tienen hambre, por el trabajo y por nuestros ancianos".

Otro punto de desencuentro entre ambos sectores es la cercanía política que los más confrontativos mantienen con Cristina Kirchner (Moyano se reconcilió hace poco con la ex presidenta), cuestión que no es bien vista por los moderados, quienes prefieren dejar atrás la etapa kirchnerista para que el peronismo avance en una renovación y luego encolumnarse detrás de una nueva figura que enfrente al macrismo. 

Las tres CTA

Las centrales del sindicalismo alternativo, las tres CTA, inician mañana un paro por 36 horas, en rechazo a la política económica del gobierno, con una movilización a la Plaza de Mayo al mediodía -las que responden a Hugo Yasky y Pablo Micheli-, en tanto que la CTA Autónoma -que orienta Ricardo Peidro-, hará un acto a las 12, en el Puente Pueyrredón.

Confluirán además en la Plaza de Mayo, los gremios cegetistas "duros" que integran el Frente Sindical para el Modelo Nacional (FSMN), que se lanzó este mes durante un acto en el microestadio de Ferrocarril Oeste, integrado por el moyanismo, los mecánicos de Smata y los bancarios, entre otros.

En la convocatoria a la movilización Pablo Micheli expresó que con el paro de mañana van a demostrar que rechazan "tajantemente" el modelo económico.

Durante la conferencia de prensa realizado la semana última Micheli y Yasky dijeron que la medida de fuerza es contra el "ajuste" del gobierno del presidente Mauricio Macri.

Participó de la rueda de prensa el dirigente camionero Pablo Moyano, quien sostuvo que el paro es además contra el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Precisaron que el paro se iniciará a las 12, con una movilización a la Plaza de Mayo, donde realizarán un acto a partir de las 15.

En tanto la CTA autónoma que orienta Ricardo Peidro realizará un acto al mediodía en el Puente Pueyrredón, que confluirá luego en la Plaza de Mayo, con las organizaciones sociales como la CTEP, Barrios de Pie, la CCC, entre otros. Además anunciaron que realizarán movilizaciones similares en todo el país.  Fuente: NA y Télam

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