Gil fue elegido en el inicio mismo de la gestión y el único obstáculo que faltaba salvar para su arribo en la Dirección de Rentas era conseguir la adscripción desde la Afip.
Gil fue elegido en el inicio mismo de la gestión y el único obstáculo que faltaba salvar para su arribo en la Dirección de Rentas era conseguir la adscripción desde la Afip.
El hombre trabaja en la Dirección de Investigaciones de la Regional Mendoza de la agencia recaudadora nacional y recibe un sueldo mucho mayor que el que ganaría en el gobierno provincial. Por esto se busca que Afip autorice el traslado pero continúe pagando al menos la diferencia entre ambos sueldos para que Gil acepte.
Además, Gil no podría mantener su cargo con una licencia por mayor jerarquía, ya que se trata de un trabajo en otra jurisdicción.
El ministro de Hacienda, Marcelo Costa, inició las gestiones para la contratación del hombre ni bien se puso al frente del ministerio, pero todavía no logra resolverse el escollo administrativo que permitirá tener nuevo recaudador.
En Hacienda insisten en que la adscripción de Gil está por salir, pero en algunos días se cumplirán tres meses de la gestión Pérez y todavía no se oficializa al nuevo Director de Rentas.
La no confirmación de Gil en el órgano administrativo acarreó, además, que se demorara la aplicación del paquete de medidas recaudatorias diseñadas por Costa y comprometidas en la ley Impositiva, como el escrache público a los evasores.
Es que si bien ya se ha avanzado en el diseño operativo de los programas de recaudación, el Gobierno quiere tener un responsable político para ponerlo en práctica.
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