La reunión que Argentina y Brasil mantuvieron esta tarde para profundizar el comercio bilateral terminó con "buen entendimiento" entre las partes, aseguraron fuentes gubernamentales.
La reunión que Argentina y Brasil mantuvieron esta tarde para profundizar el comercio bilateral terminó con "buen entendimiento" entre las partes, aseguraron fuentes gubernamentales.
La secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, recibió en su despacho a su par brasileña, Tatianza Prazeres, y junto con la ministra de Industria, Débora Giorgi, para analizar los alcances del nuevo régimen impuesto por la Argentina.
Preocupada por las nuevas trabas aduaneras y presionada por la poderosa Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP), la presidenta brasileña Dilma Rousseff decidió enviar a Prazeres para que se interiorice sobre los cambios en la Argentina.
Además, delinearon un plan de monitoreo para amortiguar los efectos de la actual crisis económica internacional. El análisis se centrará en una primera etapa en el flujo comercial automotriz, especialmente en el de autopartes para vehículos, y se espera que en dos semanas haya un nuevo encuentro en sede a confirmar.
Conflicto
Desde el 1 de febrero, los importadores argentinos están obligados a recibir autorización oficial para cada una de las compras al exterior que quieran realizar.
Antes de arribar al país, Prazeres dijo que el gobierno brasileño estaba "preocupado" por el nuevo sistema de control de importaciones y que evaluaría su legalidad e impacto antes de adoptar una decisión.
"Estamos en contacto permanente con el sector privado de Brasil y el gobierno de Argentina para que podamos entender el impacto económico de este nuevo régimen y la consistencia jurídica" del mismo, agregó.