año jubilar

Solemne culminación de la fiesta por los 50 años de la Diócesis de San Rafael

A pesar de la intensa lluvia, los actos religiosos se llevaron a cabo, aunque no los masivos. Asistieron autoridades religiosas, el gobernador Celso Jaque y el electo, Francisco Pérez.

La intensa y continua lluvia impidió los actos masivos previstos, por lo que la actividad se concentró en el templo de la Catedral, con una misa presidida por el nuncio apostólico, Monseñor Adriano Bernardini, concelebrada por el obispo anfitrión, Eduardo María Taussig, y los demás prelados de las diócesis de Cuyo y de Catamarca.

Previamente, el gobernador Celso Jaque, junto al intendente Emir Félix, recibieron a las autoridades eclesiásticas en el Depacho Mayor de la Comuna.

Ya en la Catedral, colmada de fieles no obstante las inclemencias del clima, se celebró la misa, se bendijeron dos vitraux por la consagración diocesana al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, y se descubrieron placas recordatorias de la Diócesis y los gobiernos provincial y municipal.

Asistieron, entre otras autoridades, Jaque, el gobernador electo Francisco Pérez, el diputado nacional Omar Félix, el Director de Culto Católico de la Nación, Licenciado Gustavo Saguier Fonrouge, los intendentes de San Rafael, Emir Félix; de General Alvear, Juan Carlos De Paolo y de Malargüe, Juan Antonio Agulles.

También estuvieron presentes, la presidenta del Concejo Deliberante sanrafaelino, Cristina Da Dalt, Eduardo Puigdéngolas, del Juzgado Federal de San Rafael y representantes de las fuerzas armadas y de seguridad con asiento en este departamento.

Entre las autoridades religiosas, estuvieron acompañando al Nuncio Apostólico y al obispo sanrafaelino, el Arzobispo de Mendoza Monseñor José María Arancibia; el auxiliar de esa Arquidiócesis, Mons. Sergio Buenanueva; el de San Juan, Mons. Alfonso María Delgado; los obispos de San Luis, Mons. Pedro Martínez; de La Riojas, Mons. Roberto Rodríguez; de Catamarca, Mons. Luis Urbanc; el emérito de San Luis, Mons. Jorge Lona, y se recibieron salutaciones de varios obispos del resto del país.

Las palabras de bienvenida las dio el Vicario General de la Diócesis sureña, Monseñor Francisco Alarcón, quien –junto a Monseñor Eusebio Arturo Blanco- han sido designados recientemente prelados de Honor de Su Santidad, Benedicto XVI.

Una acertada complementación de los cuatro coros diocesanos, dirigidos por el padre Edgardo Catena, dio a la celebración religiosa una solemnidad especial.

En su homilía de profundos contenidos religiosos, tanto teológicos como pastorales, Monseñor Adriano Bernardini enfatizó en la importancia de la unidad de la Iglesia, haciendo hincapié en la comunión entre los fieles con sus pastores y con el Santo Padre.

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