Ganadería en zonas áridas

Provincias pedirán la pronta reglamentación de la ley Ganadera

Asistieron al encuentro los representantes de cinco provincias.

Tuvo lugar una importante reunión promovida por el ex diputado nacional Omar Félix donde los representantes del área ganadera de varias provincias acordaron exigir la reglamentación de la ley 27.066 que estable un régimen especial de promoción ganadera en zonas áridas y semiáridas del país.

Mendoza estuvo representada por el director de Ganadería, Juan Tejada, Hugo Berenguer de San Juan, Ignacio Kotani por La Pampa, Claudio Gustavo Robledo por La Pampa y José Daniel Zellarrayán por la Rioja.

En la oportunidad se analizó los alcances de la ley, la cual destina un fondo de 100 millones a zonas áridas y semiáridas a provincias que están por debajo de los 400 milímetros de lluvia anual. “Está faltando la reglamentación y procuramos acercar aportes para que el Ejecutivo Nacional se adecue a las economías regionales y en especial a los productores ganaderos. Nos reunimos para poner en claro algunos aspectos de la ley como quién será la autoridad de aplicación, a la definición de zonas áridas y semiáridas, las regiones y priorizarán los destinos de los fondos”, remarcaron.

Félix indicó que es importante la reglamentación de la ley para que la misma se aplique en beneficio de zonas donde los fondos no llegan como en otras zonas más beneficiadas por la naturaleza. En Mendoza el oasis productivo solo es del 4 por ciento de la superficie de la provincia y el resto es tierras que necesitan inversiones y los productores necesitan la asistencia del Estado para dar un salto importante.

Es importante que haya un acuerdo entre las provincias que resultarán beneficiadas para que el recurso les llegue, y para lo cual es necesaria la reglamentación para que la ley no quede en el camino.

También en la reunión se habló de importantes experiencias que están llevando a cabo especialistas del INTA y otros organismos en cuanto a la multiplicación de pasturas naturales y desarrollo de tecnología para aprovechar el agua de lluvia, mejorar aguadas y alambrar los campos dado el alto costo que ello implica, y a productores de magros ingresos que no pueden incorporar tecnología en sus campos tendiente a mejorar la producción.

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