3 de abril de 2014 - 14:00
Una canasta con jugos, miel, carne y una botella de whisky Balmoral fue el regalo de la reina Isabel II al Papa. En tanto, el Sumo Pontífice le dio un facsimil de un decreto que extiendeel culto del ex rey San Eduardo y una Cruz de Plata sobre una base de piedra Lapislázuli. El encuentro se extendió por menos de media hora, un día después del 32° aniversario de la guerra de Malvinas.