El ministro de Planificación, Julio De Vido escribió hoy en Página 12 que "en un artículo publicado ayer en el diario La Nación, titulado Un tarifazo para empezar a pagar el desmanejo, el periodista Diego Cabot, constante detractor del gobierno nacional, realiza en el artículo una curiosa caracterización de lo que para él consiste la política energética".
Agrega que "no deja de llamar la atención, aunque por los antecedentes no sorprende, que considere un desmanejo justamente aquellos logros de los cuales nosotros nos enorgullecemos y que han permitido ampliar y expandir los servicios básicos como no ocurría en las últimas décadas".
Y ejemplificó con "los 8700 megavatios construidos desde el año 2003, los 5500 kilómetros de líneas de alta tensión y 2790 kilómetros de gasoductos troncales que permitieron conectar 3.700.000 hogares, 320.000 nuevos medidores industriales y comerciales y 70.000 medidores rurales y para riego a la red eléctrica nacional, así como también 2.100.000 hogares y 120.000 nuevos medidores industriales y comerciales a la red de gas".
De Vido consideró que "el verdadero fracaso sería continuar con el país del 2003, donde no existía ninguna obra importante en marcha ni una planificación de corto, mediano y largo plazo, porque no había perspectiva alguna de desarrollo y mucho menos de inclusión social".
Recordó que "Yacyretá y Atucha II estaban paralizadas y la mitad de las provincias del país estaban aisladas de la red nacional, como la Patagonia, o tenían una vinculación deficiente, como las del Norte o Cuyo".
"Estas obras, que para Cabot son un desmanejo, permitieron que la cobertura energética creciera un 40 por ciento en todos los segmentos de usuarios, mientras que las demandas se incrementaron más de un 85 por ciento en promedio para todos los sectores, clara evidencia del fenomenal desarrollo económico con inclusión en esta década ganada, que tanto parece molestarle".
El ministro dijo que "el Gasoducto del Noreste, que permitirá llevarle gas a los hogares de Formosa, Chaco y Misiones, sin dudas será otro derroche más para el diario La Nación, que en pleno siglo XXI sigue sosteniendo una visión unitaria y centralista, en la cual las inversiones en infraestructura en las zonas más alejadas de los grandes centros urbanos forman parte de un supuesto populismo y no del pleno ejercicio de un derecho que tienen todos los habitantes de nuestro país".
En relación con la apelación a la palabra tarifazo, "con el claro objetivo de desinformar a la ciudadanía, es una mentira de patas cortas que rápidamente será advertida por el usuario cuando reciba su factura sin subsidios, sería bueno recordarle que el metro cúbico de gas en la región y en el mundo cuesta hoy 27 veces más que lo que paga un hogar subsidiado en Argentina y más de 5 veces si se considera el valor pleno de la tarifa en el país", dijo De Vido.
Y argumentó, además, con "el caso de la garrafa de 10 kilos, que en la región está 150 pesos por unidad y en Argentina cuesta 16 pesos".
"Esta es la competitividad indiscutible del sistema energético argentino, que con una demanda que prácticamente se duplicó importa menos del 10 por ciento del consumo total", informó el ministro.