Así, si bien a nivel nacional algunas cámaras de droguerías y farmacias resaltan que la disminución en los precios no alcanza al bolsillo de los usuarios, desde Mendoza resaltan que los precios bajaron aproximadamente un 9%. No obstante, reconocen que esa disminución en los remedios no es lineal, por lo que algunos bajaron más que otros.
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En primer lugar Jorge Jakubson, titular de la Cámara de Empresarios Farmacéuticos de Mendoza, negó las publicaciones mediáticas del diario La Nación y dejó en claro que los precios bajaron al 31 de diciembre de 2013 y luego incrementaron, pero sólo un 4%. La disminución es del 9% en promedio. Que se entienda bien que en promedio significa que no todo bajó o subió de la misma manera, resaltó.
La actividad farmacéutica es la única del país y del mundo que es obligada a bajar sus precios y perder todavía más rentabilidad. En 10 años los medicamentos subieron 182%, cuando la inflación acumulada es superior al 400% y el incremento salarial alcanza el 520%. Que no hablen pavadas en Buenos Aires, los precios bajaron, dijo Jakubson a SITIO ANDINO, visiblemente molesto por la decisión impuesta por el Ejecutivo y los laboratorios.
La gente tiene que tener en cuenta que los precios bajaron de forma dispar. Algunos tuvieron 0% de aumento y otros 10%. Son los laboratorios los que han decidido qué sube y qué no, pero en general el promedio de inflación acumulada en el año en el sector es del 4,5%, dejó en claro el máximo exponente de los empresarios farmacéuticos.
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En un plano similar el empresario Adolfo Brennan, dueño de la cadena de farmacias Del Centro, habló de que la disminución de los precios se ha realizado de forma ponderada. Ponderada significa que pueden haber bajado mucho algunos medicamentos y otros nada. Si se hace un promedio la disminución de la facturación entre febrero y marzo es del 9% y sólo creció 4% en comparativa con diciembre de 2013, señaló el empresario.
Así, para ejemplificar, los empresarios mostraron que un remedio que en diciembre costaba $50 en marzo cuesta $56 (una suba del 11%), pero otro que costaba $130 ahora cuesta $132 (2% de incremento). Mientras tanto, algunos productos de menor rotación y de demanda inelástica (no atada a la época del año) han mantenido su precio.
No bajaron los 18.000 productos de la farmacia, bajaron los que el laboratorio decidió que bajen, por eso en algunos bolsillos puede notarse en acuerdo de precios y en otros no. Lo importante para nosotros es que la facturación si es la que determinó el convenio, indicó Brennan.
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En tanto, la queja principal de los empresarios farmacéuticos es que los productos que compraron a las droguerías en enero y febrero con 15% de aumento en promedio ahora deben ser vendidos, en general, con sólo 5% de incremento. Esa diferencia nadie nos la reconoce, la tenemos que pagar nosotros, coincidieron los emprendedores.
Finalmente, desde la Cámara de empresarios Farmacéuticos advierten que la poca información sobre las previsiones para el sector genera que muchas farmacias tengan problemas y reconocen que el panorama de cara a las paritarias es de mucha incertidumbre.
El pobre empleado farmacéutico no tiene la culpa, el acuerdo que se firme en paritarias, que seguro será superior al 25%, tendrá que respetarse y pagarse. Pero cerrarán farmacias, de eso no tengan dudas. Si no cierran seguramente serán absorbidas por los especuladores financieros que se aprovechan de los problemas de las pequeñas y medianas empresas, estimó Jakubson.
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