En primer lugar Raquel Blas, titular de ATE, explicó a SITIO ANDINO que el día miércoles realizarán piquetes, escraches y cortes de ruta en toda la provincia. En tanto, el jueves llevarán a cabo una gran marcha de trabajadores estatales.
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Los tiempos del Gobierno no son los mismos que los de los trabajadores. Nosotros no tenemos más tiempo para dilaciones, necesitamos una respuesta y si no nos la traen la vamos a ir a buscar, disparó la sindicalista. Es que los trabajadores planean, entra otras cosas, instalarse con carpas en Casa de Gobierno y hacerle la vida difícil a los miembros del Ejecutivo.
"De ahora en más los paros son activos, con todo tipo de acciones. La respuesta la vamos a buscar a Casa de Gobierno, a la casa de los funcionarios o a las rutas nacionales", dejó en claro la sindicalista, quien no descartó volver a "visitar" a Paco Pérez en su casa si la paritaria no avanza en los próximo días.
No vamos a firmar un aumento salarial de 30%, sería una traición a los trabajadores y seríamos cómplices de un ajuste hacia los trabajadores. La inflación es mucho mayor al 30%, aún si se toman los números oficiales, resaltó la sindicalista.
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En tanto, sobre la continuidad del conflicto, desde ATE resaltaron que están a un paso de decretar el paro por tiempo indeterminado. Somos progresivos, pero certeros. No nos vamos a dejar engañar y no tengan duda que el próximo paso será duro, indicaron.
Finalmente, y como para fortalecer aún más su postura contraria el Gobierno y al aumento salarial que ofrece en paritarias, desde la multisectorial dejaron que claro que, para su parecer, el Ejecutivo no puede dictar la conciliación obligatoria porque se trata de un conflicto del año pasado. Si la dictan no sabemos si la acataremos o no, lo vamos a analizar con nuestros abogados. Igual creemos que no corresponde, sentenció Raquel Blas.
Recordamos que el reclamo de ATE y el resto de los gremios estatales es por una suba salarial de 45%, mientras el Ejecutivo ha realizado propuestas que no superan el 25%. "Todavía estamos muy, pero muy lejos de un número que nos sirva a los trabajadores. Aceptar menos de 40% de aumento sería aceptar un ajuste para los bolsillos de los estatales", terminó diciendo la controvertida sindicalista.